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¡Mamá, las verduras no me gustan!

Esta es una de las frases más repetidas por los niños y escuchadas por sus padres con desesperación, porque se sienten incapaces de hacer comprender a sus pequeños que los alimentos vegetales son imprescindibles para su buena salud y desarrollo. Aquí van algunas claves para “teñir de verde” la dieta infantil sin esfuerzos, resistencias ni complicaciones

Son una fuente abundante y natural de las vitaminas, compuestos y minerales que el niño necesita para mantener su cerebro en forma, su cuerpo en funcionamiento y sus defensas y energías al máximo, y para poder crecer sano y fuerte. Aportan antioxidantes y nutrientes que ayudan a proteger sus células y tejidos de las enfermedades. Contienen fibra que mejora la actividad intestinal y además se digieren mejor que otros alimentos.

Pero éstos y muchos otros argumentos a favor de las frutas y verduras no parecen ser suficientes ni eficaces para convencer a muchos niños de que las consuman porque son saludables. Todas las buenas razones de los padres y los consejos de los médicos suelen estrellarse contra un desalentador “¡No me gustan!”.

Pero enriquecer cualquier plato con vegetales puede ser muy sencillo con un poco de imaginación y si se siguen algunas recomendaciones y trucos de los expertos para hacer más apetecibles las frutas y verduras o agregarlas a las comidas, sin apenas esfuerzo y de forma que los pequeños ¡y los no tan pequeños! no las rechacen de entrada:

Busque el colorido

Las coles y espinacas, así como las peras, manzanas y uvas, las cuales aportan más fibra y se caracterizan por color vívido, tiene una gran riqueza en minerales, vitaminas, antioxidantes, flavonoides y otras sustancias protectoras. ¡cuánto más oscuro es el color naranja, verde o rojo de un vegetal, más nutrientes contiene!.

Pruebe

el arroz blanco

Aunque siempre son preferibles los granos integrales ó completos a los procesados, porque contienen más fibra, nutrientes y sabor, el arroz blanco ó descascarillado, puede ser adecuado, ya que se cocina rápido y se torna ligero y tierno.

Utilice las especias

Si odia los pimientos, póngales tomillo, si detesta la remolacha, póngale clavo, si no le apetecen los guisantes écheles laurel, si rechaza las espinacas mejórelas con nuez moscada, si le disgustan las judías verdes agrégueles estragón o eneldo.

Coma “con madurez”

El sabor de algunas hortalizas, como la alcachofa, las calabaza, el nabo o la zanahoria, se vuelve más intenso a medida que maduran, por lo que es preferible elegir las más jóvenes: más tiernas, suaves y delicadas.

Sopas y purés

con valor añadido

De esta forma el sabor de las verduras suele ser más suave; la variedad de combinaciones es inmensa y pueden tomarlos tanto fríos como calientes, según la época del año.

Opte por los espaguetis vegetales

Las pasta son nutritivas y sencillas de cocinar, están disponibles en una gran variedad de formas, colores y sabores. Las hay de espinacas o zanahoria y pueden combinarse con ensaladas, agregarlas a las sopas o ser la base para una deliciosa salsa o aderezo.

Cucharadas

de salud

Aumenta el contenido vegetal de la sopa de sobre o cubitos que calientas en el microondas, agregándole a cada tazón una taza de guisantes congelados, judías verdes o rodajas de zanahoria.

melocotón, kiwi o fresas al cereal; prepare un batido con plátanos, piñas u otra fruta, con yogur, miel y leche desnatada.

Más vegetales en la cacerola

Dado que ya invierte bastante tiempo en cortar y picar apios, cebollas, zanahorias, pimientos, champiñones, calabacines, berenjenas o lo que sea, sólo le tomará unos segundos más cortar el doble de cada verdura.

Dulces

¡y saludables!

En vez de completar una tazón con caramelos y dulces, llénelo con frutas desecadas, como pasas de uvas, cerezas, melocotones o ciruelas. Dos cucharadas soperas equivalen a una ración vegetal.

Un bocadillo verde

Coloque entre las rodajas de pan, barritas de sus verduras preferidas, como zanahorias, pimientos o tomate, con un toque de aceite de oliva o vinagre balsámico. ¡y prométase no comer un bocadillo sin un poco de ensalada dentro!.

Pizzas: rápidas

pero sanas

Pida esta comida con abundantes raciones dobles de verduras; de lo contrario, le servirán la habitual pincelada simbólica de vegetales.

Atención

en el restaurante

Pida una ración de verduras si al plato principal no lo acompaña un plato vegetal, y cambie la ensalada con lechuga iceberg, por una taza de verduras, compota de manzanas o ensalada de frutas.

Sea creativo

con las ensaladas

Elabórelas con distintas variedades de tomate y lechugas, o sirviéndolas calientes, por ejemplo las que incluyen pimientos o guisantes.

Un buen comienzo

En el desayuno incluya un vaso de zumo de frutas sin azúcar, agregue trocitos de plátano, melocotón, kiwi o fresas al cereal; prepare un batido con plátanos, piñas u otra fruta, con yogur, miel y leche desnatada.

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