Soñar no cuesta nada

No pienses que el insomnio es incurable y menos que contar ovejas es la única solución. Dormir es uno de los grandes placeres de la vida y un acto imprescindible para funcionar en nuestras actividades diarias. Si para ti la hora de acostarse se convierte en un suplicio, entonces conoce algunos sencillos consejos que te permitirán volver a soñar.

Un momento

imprescindible

Los trastornos del sueño son un círculo vicioso, cuanto mayor es nuestra necesidad de dormir, mayor es también el esfuerzo que nos cuesta lograrlo. La falta de descanso afecta negativamente a nuestro sistema inmunológico, que se encuentra debilitado, y a nuestro carácter.

El insomnio es por desgracia una enfermedad muy frecuente que consiste en la dificultad tanto para conciliar el sueño como para lograr que éste sea largo y constante durante toda la noche, ya que algunas personas se despiertan a menudo y luego no consiguen volver a dormirse.

Los principales factores que inducen al insomnio son de carácter mental: el estrés, la depresión, las pesadillas o las preocupaciones diarias por motivos financieros, personales, etc.

También influye en nuestro sueño los cambios de horario en el trabajo, jornadas que se alargan hasta altas horas de la noche u horarios rotativos.

Necesitamos dormir para recuperarnos del cansancio acumulado durante la jornada. La falta de descanso nocturno hace que estemos inactivos y que nuestra concentración en el trabajo o en cualquier actividad sea baja; rendiremos menos que tras un sueño reparador.

La cantidad de horas de sueño estipulada por los expertos como necesaria para los adultos es de siete u ocho. Los estándares de sueño varían sin embargo con la edad, siendo el número de horas recomendado para los niños más elevado mientras que las personas mayores duermen generalmente menos durante la noche.

Para lograr

un sueño profundo

Lo más importante a la hora de combatir el insomnio es conocer la causa que lo provoca. En muchas ocasiones un simple cambio en nuestros hábitos diarios puede hacerlo desaparecer. Si el problema persiste conviene consultar a un especialista que nos ayude a detectar la procedencia de esta situación y a encontrar una solución.

Debemos conocer las condiciones fisiológicas adecuadas para conquistar un buen sueño. En primer lugar, el colchón y el somier deben tener la dureza, comodidad y amplitud apropiadas, y la temperatura, tanto de la habitación como de la cama, debe ser también agradable, para que no sea necesario el uso de pesadas colchas.

En cuanto a la temperatura, no se recomienda una superior a los 77 Fahrenheit, ya que el ambiente se resecará. Por otro lado hay que controlar los ruidos y la luz, porque sólo con oscuridad y silencio se logra un sueño reparador.

Algunas sustancias que deben evitarse en las horas anteriores a ir a la cama son la cafeína y la nicotina. Ambas son estimulantes y en el caso de la cafeína no es conveniente ingerirla en las 5 horas previas a acostarse.

El alcohol, aunque puede facilitar el inicio del sueño y propicia habitualmente dormir 4 ó 5 horas, acrecienta la probabilidad de despertarse en la segunda mitad de la noche, ya que el sueño se vuelve inestable.

Un control de las necesidades fisiológicas es imprescindible, irse a la cama con sed o hambre supondrá que nos despertemos a mitad de la noche o que nos cueste dormirnos. Respecto a la comida, se debe seguir una dieta equilibrada y, sobre todo antes de ir a dormir, no realizar una copiosa comida que dificulte la digestión.

Remedios caseros

Si sigues estas recomendaciones y aún así sufres insomnio, te sugerimos probar a establecer una rutina: acuéstate y levántate siempre a la misma hora e intenta levantarte temprano para que al llegar la noche el cansancio te venza.

Olvídate de las preocupaciones. Al ir a la cama, intenta manejar tus tensiones pensando en ellas en otro momento e incluso escribiéndolas para buscar una solución. Si necesitas relajarte toma un baño caliente, bebe un vaso de leche o una infusión, escucha música que te produzca una sensación de calma, o practica actividades como el yoga.

Realiza ejercicios. Hacer gym durante el día es muy recomendable para gastar energía y llegar más cansado a la hora de acostarse, pero se desaconseja poco antes de ir a la cama, ya que incita a una actividad corporal que es necesaria reducir.

Hecho en casa. Algunos remedios naturales muy efectivos son la raíz de valeriana o la manzanilla. Otro tratamiento más desconocido, pero que puede ayudarte a regular el sueño y evitar las tensiones, es la acupuntura.

La prescripción de medicamentos para acabar con el insomnio es muy habitual, pero es una solución a corto plazo y debe ser en todo caso realizada por un especialista. No se debe caer en la automedicación y en el abuso de este tipo de fármacos, debido a sus efectos secundarios y al descenso de su efectividad.

Busca una solución. Se puede vencer al insomnio y volver a disfrutar de un día pleno y activo. La noche debe dejar de ser un momento de lucha para convertirse en unas horas de relajación, descanso e imaginación. ¡Soñar es importante y muy agradable!.

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