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Las deudas pueden arruinar tu matrimonio

La pelea por el dinero es una de las razones más fuertes de divorcio, pero si tienes deudas, existen varios pasos a tomar para devolver la salud a tus finanzas y ayudar al bienestar económico de tu matrimonio.

Evita una crisis por dinero

Algunos especialistas coinciden en que si no tienes una cuenta de cheques para pagar los gastos cotidianos, debes sacar una cuanto antes.

Junto con esa cuenta, siéntate y calcula cuánto dinero deberás aportar cada mes para cumplir con tus compromisos financieros.

Luego, constituye una cuenta en común para ambos integrantes de la pareja que se nutra de las cuentas individuales.

Deshaste de los créditos acumulables ya: Deja tus tarjetas de crédito y, si es necesario, una tarjeta de débito con criterio y sapiencia.

Prepara un presupuesto de pagos de deudas de tarjeta y apégate a él. La mayoría de la gente no puede pagar todo el monto de una sola vez… no te preocupes demasiado, sólo paga regularmente las cuotas mensuales.

Evita todos los gastos secundarios: Muchas veces esto es difícil, pero luego encontrarás que con sólo ahorrar, por ejemplo, los $2 dólares del café diario, y parando con otros gastos innecesarios, podrás ahorrar miles de dólares al año, que luego podrás usar en el pago de tus deudas.

Revalúa en donde puedes disminuir tus gastos fijos: ¿No puedes conseguir un alquiler menos caro? ¿Puedes amortizar gastos alquilando una de sus habitaciones? ¿No podrías recortar gastos adaptando tu dieta y hasta incluso mejorándola, evitando comer tanta carne u otros alimentos?

Asegúrese de que tus gastos fijos sean al menos 10 por ciento menores que tus gastos netos del hogar.

Si te sientes agobiado por tus deudas, plantea a tus acreedores un plan de financiamiento acorde y posible de cumplir.

Las deudas con garantía son aquellas donde alguna propiedad garantiza tu pago, o sea que si la deuda no se paga, el acreedor puede ir contra la propiedad para obtener el pago de tu deuda ya sea mediante una ejecución o una reposición.

¿Protege las deudas aseguradas?

Las deudas aseguradas más comunes son:

Las hipotecas que pagamos al banco sobre nuestra residencia: Si no cumplimos con la obligación de pagar la mensualidad acordada, el banco puede, a través de un procedimiento en corte, ejecutar esa garantía.

En ese caso el banco o el acreedor asegurado forzará que la propiedad sea vendida en pública subasta para cobrar su deuda.

Préstamo de auto: Si no cumplimos con el pago mensual, el banco puede reposeer el auto a través de un procedimiento en corte.

Financiamiento de muebles del hogar, enseres del hogar o equipo de negocio, si se cumplen con ciertos requisitos que establece la ley, los que deberán estar especificados en el contrato de venta.

En este caso el acreedor puede reposeer la propiedad, con o sin orden de un tribunal, dependiendo en qué fecha se efectúo la compra.

Algunas compras con tarjetas de crédito: En este caso el acreedor podría reposeer la propiedad sin orden de un tribunal.

La garantía también puede ser en dinero tales como depósitos o como en el caso de las cooperativas de ahorro y crédito (credit unions) en acciones. 

Estas deudas debemos pagarlas siempre o nos exponemos a perder la propiedad que las garantiza.

Se pueden pagar en un plan de pagos bajo la ley de quiebras, suspendiendo o posponiendo el pago de las otras deudas.

Al radicarse la quiebra todo cobro de deudas queda suspendido, pero el deudor puede continuar con el pago regular de las deudas garantizadas.

Ayúdale a tu pareja a pagar

Para evitar que una deuda se transforme en un problema de pareja, debes seguir los siguientes consejos financieros…

Lo principal es ofrecer tu ayuda para poder pagar esa deuda (pero no necesariamente ofreciendo dinero).

Luego, cerciórate de que él o ella desee tu ayuda.

Desarrolla un plan en común para ver cómo pueden hacer para paliarla. ¿Puede alguno de los dos -o ambos- tomar un préstamo, conseguir un segundo trabajo, reducir sus gastos?

Discute con tu pareja amablemente qué puede hacer cada uno para ayudar a pagar esa deuda.

Administra junto a tu pareja el dinero que pueda ahorrar cada uno para poder hacer frente a esa deuda.

Si ella o él tiene un plan, apóyalo para realizarlo.

Considera un acuerdo prenupcial si la deuda es por un matrimonio anterior y tu posees activos sustanciales en juego.

Apoya los esfuerzos de tu pareja por pagar esa deuda, y evalúen la forma de reducir los gastos de ambos.

Si esa deuda le está causando problemas a la relación, no dudes en acudir a un profesional que los ayude a salir de la “zona de conflicto”.

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