Las cicatrices
Casi cualquier herida que lesione la piel produce un tejido cicatricial o cicatriz, que es parte del proceso de curación.
Dicho tejido se forma con el propósito de cerrar una herida abierta y está compuesto por unas células especiales llamadas fibroblastos que hacen que la zona afectada sea más fuerte, gruesa y resistente que la normal, por lo que este tejido se nota más que el resto de la piel que la rodea.
El proceso de cicatrización es la forma en que el cuerpo cierra una herida y reemplaza la piel perdida o dañada por lesiones, enfermedades, inflamaciones, cirugías o quemaduras.
Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y su apariencia puede variar pudiendo ser: planas, abultadas, hundidas o enrojecidas y pueden ser muy sensibles, insensibles, dolorosas o provocar comezón.
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El aspecto final de una cicatriz depende de muchos factores, del tipo y extensión de la lesión, el lugar de la misma, la dirección y la forma de corte en el tejido dañado, la edad, el tipo de piel y hasta el estado nutricional.
Aunque las cicatrices no se borran totalmente, con el tiempo la mayoría de ellas casi desaparece dependiendo de su tamaño y lugar de localización y dejan de molestar en poco tiempo.
Hay varios tipos de cicatrices y de ellas depende el tratamiento, entre las más frecuentes están:
Las queloides.
Las hipertróficas, parecidas a las queloides pero con bordes más definidos sobre la herida.
Adherencias, que se forman entre órganos o tejidos internos que no se encuentran conectados y por lo general ocasionan complicaciones en algunas cirugías.
Injertos o colgajos de piel.
· Contracturas, que se forman cuando se ha perdido una sección grande de piel y se forma una zona muy irritante.
Consecuencia, se origina una reducción en el movimiento. Sin embargo existen varias formas de tratamiento para las cicatrices, dependiendo de sus características, lugar de localización y tipo de molestia que ocasionan, entre ellas están:
El uso de pomadas tópicas.
La congelación.
Las inyecciones de corticoesteroides.
La cirugía plástica.
El trasplante de piel en casos de quemaduras, colocando implantes de tejido sano de otro lugar del mismo cuerpo del enfermo.
