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El High School es Obsoleto

Bill Gates advierte que las escuelas atrasan por lo menos 50 años y que ya están "obsoletas" para los desafíos del futuro

“Nuestras escuelas secundarias son obsoletas. Por obsoletas, no me refiero solamente a que son deficientes, que están decrépitas y mal financiadas, aunque a decir verdad no puedo discutir esas descripciones. Fueron pensadas 50 años atrás para satisfacer necesidades de otra época. Hoy no pueden enseñarles a nuestros hijos lo que necesitan saber”.

Este es el primer párrafo de un extenso escrito en el que Bill Gates, el genio de la informática y del mundo empresario de los Estados Unidos hace un análisis sobre la realidad de la educación en su país.

La educación, para Gates, es uno de los pilares de la nueva economía, pero reconoce que tanto en los Estados Unidos, como en otros partes del mundo los sistemas educativos tienen más falencias que ventajas.

Aunque el líder de la revolución de las comunicaciones reconoce que en los primeros años de educación no existen grandes problemas, en los niveles medios y hasta en los superiores, sí advierte severos problemas de contenidos y de adaptación a los cambios.

“Hasta que no diseñemos secundarias que respondan al siglo XXI, estaremos limitando, arruinando, las vidas de millones de estadounidenses a diario. Francamente, me aterra pensar en nuestra mano de obra del mañana”, reconoció el dirigente empresario que es el puntal de las innovaciones.

Estos son los párrafos más destacados del relato:

“La realidad es que, actualmente, sólo un tercio de nuestros estudiantes se reciben del secundario listos para la universidad, el trabajo y la ciudadanía. A los otros, que son en su mayoría de bajos ingresos y pertenecientes a las minorías, se los orienta hacia cursos que no los habilitan para ninguna de esas cosas, por mucho que aprendan o por mucho que trabajen los profesores”

“En un distrito tras otro del país, los chicos blancos ricos aprenden Algebra II, mientras que a la minoría de ingresos bajos se le enseña a verificar los saldos bancarios. Esto constituye un desastre económico. En la competencia internacional por tener la mejor oferta de trabajadores que puedan comunicarse claramente, que analicen información y resuelvan problemas complejos, EE.UU. está muy rezagado. Tenemos una de las tasas de deserción en el secundario más altas del mundo industrializado”.

“En Matemática y Ciencia, nuestros alumnos de 4° grado están entre los mejores del mundo, pero los de 12° grado están casi en los niveles más bajos. China tiene seis veces más graduados universitarios en Ingeniería. Y si eso es malo para la economía, peor todavía para los alumnos. La mayoría de los empleos cuyo salario alcanza para mantener a una familia requieren educación post-secundaria”.

“Sin embargo, sólo la mitad de los que ingresan en el secundario se inscriben después en una institución. La situación más grave es la de quienes abandonan el colegio. Solo el 40% tiene empleo. Es cuatro veces más probable que los arresten a ellos que a sus amigos que siguieron en el secundario. Y mueren jóvenes por años de mala atención médica, vida insegura y violencia”.

“Podemos terminar con esto. Diseñamos estas escuelas secundarias, podemos rediseñarlas. Debemos abandonar la idea de que sólo algunos tienen que prepararse para la universidad y que los otros pueden apartarse de la educación superior y prosperar en la sociedad del siglo XXI. Necesitamos un nuevo diseño que considere que todos los alumnos pueden trabajar rigurosamente”.

“La evidencia a favor de este enfoque es cada vez mayor. Tomemos el distrito de la escuela pública de Kansas City, Kansas, donde el 79% de los alumnos pertenecen a las minorías y el 74% vive por debajo de la línea de pobreza. Durante años, el distrito luchó con altas tasas de deserción y malos resultados en los exámenes. En 1996, adoptó un modelo de reforma que, entre otras medidas, exige que todos los alumnos hagan cursos pre-universitarios. Desde entonces, la tasa de graduación aumentó más de 30 puntos de porcentaje. Kansas City no es un ejemplo aislado. También se trabaja así en ciudades como Oakland, Chicago y Nueva York. Todas estas escuelas se organizan en torno de tres principios fuertes: asegurar que todos los estudiantes reciban un programa exigente que los prepare para la universidad o el trabajo; que sus cursos se relacionen claramente con su vida y sus objetivos; y que estén rodeados de adultos que los impulsen a rendir. Este tipo de cambio nunca resulta fácil. Pero creo que los líderes políticos y empresarios de todos los niveles pueden ayudar a impulsar el cambio”.

“Primero, declarar que todos los alumnos deben graduarse del secundario listos para la universidad, el trabajo y la ciudadanía. Cada político y directivo empresario tiene que expresar su convicción de que los niños deben hacer cursos que los preparen para la universidad. Segundo, publicar la información que mida nuestro avance hacia ese objetivo. Ya tenemos datos que nos muestran el alcance del problema. Pero necesitamos conocer otros: ¿qué porcentaje abandona la escuela? ¿Qué porcentaje se gradúa? Y estos datos deben desglosarse por raza e ingreso”.

“Por último, cada Estado debe comprometerse a reflotar las escuelas quebradas y abrir nuevas. Si los alumnos no aprenden, la escuela tiene que cambiar. Si seguimos con el sistema como está, millones de niños nunca podrán realizarse debido a la zona en que viven, el color de piel o a los ingresos de sus padres. Eso es ofensivo para nuestro valores. Todos los chicos pueden graduarse listos para la universidad. Todos deberían tener esa posibilidad. Rediseñemos nuestras escuelas para que así sea”.

Así lo concluye el extenso informe que difundieron los principales medios electrónicos internacionales, un trabajo en los que los latinoamericanos bien podrían mirarse.

Hasta la semana próxima

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