Duelo por el amor que termina

Duelo por el amor que termina

El rompimiento amoroso es más difícil de superar que la pérdida por una muerte. Terminar una relación sentimental es un proceso de pérdida conocido como duelo. La ruptura de Pareja es una de las situaciones más devastadoras, porque la otra persona no desaparece, sino que sigue existiendo y viviendo sin nosotros.
Nos tocará ver cómo rehace su vida con alguien más, le encontraremos por la calle, o veremos a sus amigos y familia. Pasaremos por una serie de situaciones que no serán gratas. Cuando una ruptura es unilateral, se dan varias situaciones durante el proceso del duelo.
Al inicio, el corazón en lugar de la cabeza, gobierna nuestro sistema de creencias negándose a la pérdida. A pesar de que sabemos que la relación ha concluido, no lo creemos. Pese a que todo indique lo contrario, no podemos dejar de fantasear que todo se resolverá de alguna manera. Imaginamos atisbos de esperanza aunque todo haya concluido.
La frustración y el enojo puede manifestarse bajo mil preguntas: ¿Cómo pudo hacerme esto? ¿Por qué fue tan egoísta? ¿Por qué siempre me pasa esto? ¿Tengo una maldición?” También sentimos coraje hacia personas asociadas a la ruptura, o contra quienes no estén de acuerdo con el duelo. Y pensamos decirle a todo el mundo la ingratitud de esa persona.
Sin embargo, muy en el fondo nos sostiene la esperanza. Buscamos darnos una nueva oportunidad, y hacer que la relación funcione. Puede ser por medio de ofertas, manipulaciones o chantajes. También prometiendo cambios, pedir disculpas, jurar fidelidad, que se tomará terapia, etc.
Luego nos agobia la desilusión. Estos pensamientos son los más debilitantes, porque nos llevan a pensar que nada volverá a ser igual, y que no le recuperaremos. Sentimos el cuerpo cansado, nos desconectamos de la gente, se llora y pensamos mucho. Se tiene insomnio o dormimos demasiado, se pierde apetito o se come en exceso, luego el alcohol o ciertas drogas, etc.
Finalmente aceptamos la pérdida. No vino de repente, sino que ocurrió de manera gradual. La aceptación no siempre implica conformidad. Tiene que ver con dejar ir a la persona y salir adelante. A veces, se piensa que esta fase nunca vendrá. No podemos acelerar el duelo ya que es un proceso que requiere tiempo. Sin embargo, es necesario ser consciente de que llegará un momento en que todo pasará.
Existen varios tipos de infidelidades. La infidelidad emocional y la sexual son principales causa de rompimientos. Quienes con frecuencia terminan y luego regresan, lo hacen mediante una aceptación fingida, esperando que la relación mejore con el tiempo. Pero quien ha sido infiel difícilmente podrá cambiar. Cada persona maneja su duelo en forma diferente, dependiendo de la situación que llevó a terminar su relación.
Cuando se corta una relación, lo peor que se debe hacer es recurrir al alcohol o las drogas. Se debe entender que solo ha concluido una etapa de aprendizaje, no se ha terminado la vida. Es importante cerrar los ciclos afectivos del pasado, para seguir creando nuestra historia de vida. No podemos estar retrocediendo y quedarnos estancados en el ayer. Para superar y olvidar una ruptura, tomar la terapia Psynética es lo más recomendable.

Share