Crea un fondo de emergencia
Guarda algo por
si vienen malos tiempos
Nunca se sabe si tu situación financiera puede cambiar, así que conviene estar preparado para posibles malos tiempos.
Invertir es vital para alcanzar tus metas en la vida. Pero antes de invertir, debes crear una base para proteger lo que tienes durante las épocas malas. Es lamentable que ciertas personas no inviertan, pero es más triste aún ver a quienes pierden lo que han conseguido en su vida por no saberlo proteger.
Lo suficiente
para tres meses
Por eso, además de un seguro médico, uno de incapacidad y uno de vida para ti, como cabeza de hogar, necesitas un fondo de emergencia con dinero suficiente para cubrir tus gastos normales por tres meses.
Ese fondo servirá de trinchera en la cual podrás librar una batalla contra una mala racha sin tener que recurrir a otros fondos que no debes tocar, sin pedir préstamos ni hacer otros sacrificios financieros para poder subsistir.
La cantidad de tu fondo de emergencia no tiene que ser tanto como tu salario de tres meses, pero debe incluir lo que necesitas para pagar el alquiler o la hipoteca, tus deudas, comprar alimentos, costear tus mensualidades de seguros y pagar el automóvil durantes ese periodo de tiempo.
Si en tu trabajo hay un rumor de despidos, aumenta la cantidad en tu fondo de emergencia. Y si lo tienes que utilizar por alguna razón, reponlo enseguida.
Elige bien tu banco
Cuando abras un fondo de emergencia, convence al oficial de tu banco para que elimine cualquier cargo de mantenimiento. Eso puede significarte un ahorro de hasta $100 al año o más.
Casi siempre puedes eliminar estos gastos si mantienes un saldo mínimo, pero busca un banco o una cooperativa de crédito que utilice un método de saldo diario promedio para efectuar el cálculo, en vez de un saldo diario mínimo, pues así no tendrás que pagar una penalidad si por un sólo día el saldo de tu cuenta es menor que el mínimo.
Un fondo de emergencia te va a proteger en toda ocasión. Y sin perder el control de tu bolsillo.
