Cómo Alimentarte Bien



Lograr una buena alimentación es muy difícil para las personas que llevan una vida ajetreada y tienen que recurrir a comidas rápidas y de mala calidad, pero es más complicado aún para quienes sufren de la enfermedad inflamatoria intestinal (IBD, según sus siglas en inglés). Los dos tipos más comunes de IBD son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. La primera consiste en la inflamación de una parte cualquiera del tracto gastrointestinal, mientras que la segunda afecta solamente al colon. Dado que la inflamación del intestino delgado o del colon incide en la absorción de líquidos y nutrientes, muchos pacientes con esta dolencia no se nutren como corresponde.

Cuestión de hábitos

Contrariamente a lo que se cree, los alimentos y las alergias alimentarias no contribuyen a la aparición o al agravamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal. Lo que la dieta sí puede empeorar son los síntomas (diarrea, dolor abdominal, pérdida del apetito, etc.). Por eso es fundamental identificar los alimentos nocivos.

Los siguientes consejos de Leslie Bonci, nutricionista de la Universidad de Pittsburgh, nos enseñarán a comer sano sin agravar los síntomas.

¿Los hábitos alimentarios pueden causar IBD?

No hay ningún alimento que sea causa esta enfermedad, pero a veces ciertas comidas o hábitos alimentarios exacerban los síntomas. Comer en exceso o demasiado rápido o ingerir solamente determinados tipos de alimentos puede ocasionar malestar.

Los efectos de los lácteos

A las personas con enfermedad inflamatoria intestinal se les suele prohibir la ingestión de productos lácteos. Pero en realidad, estos alimentos sólo causan problemas cuando el paciente con IBD tiene intolerancia a la lactosa (es decir, el azúcar que se encuentra en los productos lácteos y que suele agregarse a otros alimentos). Cuando el paciente no la digiere o no la absorbe bien, manifiesta una gran cantidad de síntomas. Por lo tanto, si desea consumir productos lácteos, deberá reducir la cantidad. Por ejemplo, en lugar de beber un vaso entero de leche o comerse un buen pedazo de queso, tendrá que beber la cuarta parte del vaso o comer una rodaja de queso de unos cuatro milímetros de espesor.

Hay pacientes que recurren a la lactasa, una enzima que permite absorber la lactosa. Se presenta en tabletas y debe tomarse antes de ingerir cualquier alimento para que surta efecto.

Pero afortunadamente contamos con excelentes sustitutos de los productos lácteos; por ejemplo, la leche pretratada como Lactaid, o la leche de soja. Esta última a veces resulta más nutritiva que la leche de vaca.

Los productos lácteos son una excelente fuente de calcio; por lo tanto, los pacientes con IBD deberán procurárselo por otros medios. Por ejemplo, pueden recurrir a los alimentos fortificados con calcio, como los jugos de naranja y ciertos cereales. No importa si el calcio es natural o agregado; el beneficio obtenido es exactamente el mismo.

¿Cómo se toleran las frutas y las verduras?

Este es un tema fundamental. Mucha gente con IBD decide suprimirlas porque piensa que son nocivas. Las frutas y verduras frescas pueden ser difíciles de digerir, y muchas personas creen que sólo hacen bien cuando están frescas, lo cual es falso. Las frutas y verduras envasadas, congeladas o desecadas tienen el mismo valor nutricional.

Lo más importante con respecto a las frutas y las verduras es la cantidad. Si alguien tiene una enfermedad inflamatoria intestinal, debe comenzar con porciones muy pequeñas e ir aumentándolas gradualmente hasta lograr que el cuerpo se acostumbre.

Otro tema preocupante, sobre todo en el caso de las frutas, es la piel, una fibra insoluble que puede irritar el revestimiento de los intestinos. La fruta debe comerse pelada, o bien envasada o desecada.

Cabe señalar que hay frutas más problemáticas que otras. Por ejemplo, es recomendable que las personas con IBD se abstengan de comer ciruelas pasas porque producen un efecto laxante.

Algunas frutas con semillas, como las frambuesas, las fresas o los arándanos, pueden ser perniciosas, aunque todo depende del volumen. En lugar de comenzar con una copa de fresas, se debe empezar con pequeñas cantidades.

Si la fruta no es fresca sino envasada –como los jugos–, es preciso asegurarse de que no contenga azúcar, porque el agregado de azúcar suele agravar los síntomas.

Estas reglas se aplican también a las verduras. Sean frescas, envasadas o congeladas, todas tienen el mismo valor nutricional. En cuanto a las cantidades, reiteramos: se comienza con porciones muy pequeñas y se las va aumentando gradualmente.

¿Las personas con IBD toleran las fibras?

Este es un tema muy importante en las personas con la enfermedad inflamatoria intestinal. La mayoría de ellas afirma que no pueden o tienen prohibido comer fibras. Es preciso saber que hay distintos tipos de fibras y que algunas son más nocivas que otras.

Por ejemplo, la fibra de la piel o de la cáscara de frutas y verduras es insoluble. Es la misma que se encuentra en el cereal de salvado, y puede causar diarrea o aumentar el volumen de las heces. En cambio, las fibras solubles –las que se encuentran en el interior de las frutas, verduras, papas y cebada– retardan el movimiento a través del tubo gastrointestinal y, en consecuencia, pueden ser muy beneficiosas para las personas con problemas de diarrea.

Como con todas las cosas, se debe empezar comiendo pequeñas cantidades de alimentos ricos en fibras. Además, la ingestión de fibras debe acompañarse con bastante líquido.

Otros alimentos ricos en fibras que generan dudas son los frutos secos, los guisantes y los frijoles. A veces, cuando hay inflamación en la parte inferior del intestino, deben evitarse los alimentos con bordes filosos como las nueces o el maní, porque pueden ser abrasivos.

En esos casos, conviene sustituirlos por mantequilla de maní o triturar las nueces y masticarlas bien. Lo importante es la cantidad de alimento ingerido, sean frijoles, lentejas o guisantes.

Los frijoles suelen causar flatulencia e hinchazón, por eso deben consumirse en pequeñas cantidades. Si usted va a almorzar una sopa de frijoles, evite comer repollo. A veces los frijoles envasados son más fáciles de tolerar. El brócoli, los repollitos de Bruselas y el coliflor también pueden producir gases. Dado que son todas verduras muy saludables, recomiendo comenzar con porciones mínimas.

Otras causas

Un factor importante son los hábitos alimentarios. Hay que sentarse a la mesa, tomarse su tiempo, y comer despacio para evitar tragar demasiado aire.

Las bebidas carbonatadas causan gases. A veces, la goma de mascar, las pastillas de menta o beber con pajitas producen flatulencia porque hacen tragar demasiado aire.

Además, los edulcorantes de la goma de mascar y de las pastillas de menta suelen causar gases e hinchazón. Son buenos para los dientes, pero malos para las entrañas.

¿Las personas con IBD tienen muchos problemas con los alimentos ricos en grasas?

Otro grupo importante de productos potencialmente nocivos para las personas con IBD son los alimentos con alto contenido graso, pues pueden causar serios trastornos en el tracto gastrointestinal. Y no me refiero solamente a los productos que agregamos a las comidas, como la margarina, la mantequilla, la mayonesa o los condimentos para la ensalada. Hay también grasas ocultas en las galletitas (cookies), los fiambres, los hot dogs y las rosquillas (donuts). El consumo excesivo de esos productos puede agravar los síntomas.

Sin embargo, no hay que eliminar completamente las grasas, sino ser muy prudentes con las cantidades, sobre todo quienes padecen la enfermedad de Crohn, ya que no pueden absorberlas. Esas personas deben mantener bajo el nivel de grasas. Disponemos de una gran variedad de opciones para ingerir menos grasas y seguir disfrutando del sabor de la comida.

Consume suficientes proteínas

Las proteínas son esenciales para todos nosotros. Los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal tienen que asegurarse de obtener las proteínas suficientes, ya que son fundamentales para la salud del sistema inmunológico. En los niños con IBD, las proteínas contribuyen a su crecimiento.

Existen numerosos tipos de proteínas. Se encuentran en las carnes rojas, las aves, los pescados, los huevos, los productos lácteos, los frijoles, los frutos secos y los guisantes. No deben faltar en la dieta de cada día. Y afortunadamente contamos con numerosos medios para satisfacer la necesidad de proteínas.

¿Las personas con IBD deben evitar los postres y los dulces?

A todos nos gusta comer cosas dulces. Y las personas con enfermedad inflamatoria intestinal pueden disfrutar también de ellas. Lo importante es no cometer excesos.

Algunos dulces son más perjudiciales que otros. Por ejemplo, el chocolate puede tener un efecto laxante. Ciertas personas sentirán malestar luego de comerse una barra entera, pero tolerarán mejor un bizcocho con chocolate. Hay muchas recetas de postres o dulces cuyos ingredientes tienen un alto contenido graso. En ese caso, habrá que optar por versiones menos ricas en grasas o encontrar algún sustituto.

Corolario: La alimentación tiene que ser lo más heterogénea posible. Todos queremos comer una gran variedad de alimentos cada día, y sentarnos a la mesa, relajarnos y disfrutarlos.

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