Terapias de Amor

Terapias de Amor

Love Therapies

Uno de los principales dogmas progresistas es el “derecho a elegir” —sobre todo cuando se trata de decidir la muerte de un niño prenacido—, pero cuando se trata de la libertad de una persona con sentimientos homosexuales no deseados, a elegir el cambio, su derecho desaparece. De pronto ya no hay libertad y la persona es prohibida tanto de decidir como de recibir ayuda.
Esta incongruencia se originó desde que, el 5 de agosto de 2009 la American Psychological Association prohibiera a sus profesionales decir que una persona con atracción al mismo sexo (AMS) podía cambiar. Y prosiguió con la presión legal para prohibir las “terapias de conversión”, es decir, a negarles a las personas su derecho a elegir.
California fue uno de los primeros en sucumbir a esta corriente con una ley (01.10.2012). México acaba de hacerlo también (24.07.2020) y hasta Israel parece ir por ese camino. La mordaza crece.
¿Es que todas terapias han resultado desfavorables? Ciertamente, no. Pero la corrección política ha vetado todos los estudios que contradigan a la APA. En 2011, por ejemplo, un estudio longitudinal con 98 personas, durante cuatro años, de los doctores Yarhousey y Jones, concluyó que «el cambio de orientación sexual es posible para algunos», y que «el intento de cambiar no es perjudicial». También un estudio más reciente (“Efectos de la terapia en hombres religiosos que tienen atracción no deseada por personas del mismo sexo”, 2018) encontró que las terapias para la AMS no deseada son efectivas. Los medios las han silenciado estos estudios, junto con muchos otros.
Esta muy claro que no se puede ni estigmatizar ni violentar a nadie por sus gustos sexuales, pero esto incluye también respetar la libertad de cada uno a elegir el cambio.
Y, sobre todo, a elegir la realidad. Todos los estudios han dejado claro que los sentimientos homosexuales no vienen del ADN, por tanto, nadie puede ser obligado a reafirmarlos. La identidad no depende tampoco del “relato del sujeto”. La identidad se basa en lo que soy, y eso es algo objetivo y demostrable.
Lo que una persona con AMS no deseada necesita, entonces, no es que por “amor”, “respeto” ni “lástima”, reafirmen sus sentimientos, sino que le ayuden a redescubrir lo que siempre fue y siempre será.
Por esto, una terapia de ayuda, elegida libremente, no es una tortura sino todo lo contrario: es una terapia de libertad y amor.

 

One of the main progressive dogmas is the “right to choose” —especially when it comes to deciding the death of an unborn child — but when it comes to the freedom of a person with unwanted homosexual feelings, choosing change, their right disappears. Suddenly there is no more freedom and the person is prohibited from both deciding and receiving help.
This inconsistency originated on August 5, 2009, the American Psychological Association prohibited its professionals from saying that a person with same-sex attraction (SSA) would change. And they continued a legal pressure to ban “conversion therapies,” that is, deny people their right to choose.
California was one of the first to succumb to this current with a law (01/10/2012). Mexico has just done it too (07/24/2020) and even Israel seems to be going down that path. The gag grows.
Is it that all the therapies have been unfavorable? Certainly not. But political correctness has vetoed all studies that contradict the APA. In 2011, for example, a four-year longitudinal study of 98 people by Drs. Yarhousey and Jones concluded “change of sexual orientation is possible for some,” and “the attempt to change is not harmful.” Also, a more recent study (“Effects of therapy on religious men who have unwanted same-sex attraction”, 2018) found that therapies for unwanted SSA are effective. The media have been silenced by these studies, along with many others.
It is truly clear that you can neither stigmatize nor violate anyone for their sexual tastes, but this also includes respecting the freedom of each one to choose change.
And, above all, to choose reality. All studies have made it clear that homosexual feelings do not come from DNA, therefore, no one can be forced to reaffirm them. The identity does not depend either on the “story of the subject”. Identity is based on who I am, and that is objective and demonstrable.
What a person with SSA does need, then, is not that out of “love,” “respect,” or “pity,” someone reaffirms his/her feelings, but rather helps him/her rediscover what has always been and will always be.
For this reason, freely chosen help therapy is not torture but quite the opposite: it is a therapy of freedom and love.

Share