Terapia para problemas sexuales

Cuando se supone que vivimos un momento de libertad sexual, comparado con pasados tiempos, las dificultades para disfrutar de esta función biológica parecen multiplicarse en vez de disminuir. Muchas personas desean recuperar de nuevo el placer de una sana sexualidad.
La disfunción sexual, cuando se han descartado orígenes físicos, como una enfermedad o consecuencia de una medicación, nos está dando la oportunidad de darnos cuenta de que algo no está funcionando correctamente en la vida emocional de la persona. La sexualidad está ligada a una cuestión emocional, no siempre ligada al Amor o a la relación con la Pareja.
El cuerpo tiene un lenguaje e intenta decirnos algo y su conflictivas se manifiestan con síntomas. Pretender acallar esos síntomas con medicamentos, o entrando en dinámicas sexuales compulsivas como la pornografía, o por el contrario inhibiendo la sexualidad hasta hacerla desaparecer, es negar la existencia de una problemática.
El cuerpo mantiene memorizada la historia emocional de la persona, con sus alegrías, sus triunfos, sus fracasos, sus penas, sus conflictos. Y conocer y comprender nuestra carga emocional desde la niñez hasta el presente, es una buena opción cuando sentimos que algo falla en la sexualidad del presente. Nada se resuelve queriendo atacar el síntoma forzando al cuerpo para que funcione con drogas.
Una disfunción sexual, aporta una excelente oportunidad para entender qué memorias desagradables han llevado a las personas a vivir relaciones sexuales insatisfactorias, y qué otras conflictivas están influyendo para que esta situación se agrave. Estas disfunciones pueden surgir a cualquier edad y la preocupación ya lo dice todo, siendo motivo suficiente para llevar a esta persona a terapia.
Cada caso es muy particular. Existen una serie de técnicas terapéuticas que se aplican durante el transcurso del tratamiento. Una de estas es la psicoterapia Psynética, en la que usando al cuerpo como herramienta, se busca comprender el síntoma, su relación con la historia personal y el carácter, para desbloquear los impactos emocionales que impiden la libre expresión de la sexualidad.
Más allá de medicar o reducir las disfunciones sexuales con paliativos poco duraderos, se recomiendan grupos de vitaminas. La terapia se centra en la salud del paciente desde un punto de vista integral. Dándole al cerebro el nutriente exacto se mejora notablemente esta disfunción. Enseguida se ponen a consideración varios recursos terapéuticos para resolver los conflictos emocionales, factores biológicos, familiares, de Pareja, sociales y/o culturales, que han creado la disfunción.
Una cita para un diagnóstico previo es vital. Permite conocer en poco tiempo a la persona y su estructura emocional, para considerar las opciones sobre el tratamiento a aplicar. No es lo mismo una disfunción sexual temporal originada por un momento de duelo, una crisis con la Pareja, o producto del estrés, que una problemática que viene creciendo y repitiéndose desde hace tiempo.
Según el caso, se opta por una terapia breve, una terapia profunda, o en ocasiones, por una Terapia de Pareja. La terapia Psynética es una alternativa adecuada para tratar diferentes disfunciones sexuales, y está indicada para mujeres y hombres que deseen recuperar la capacidad de disfrutar de su vida sexual.

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