Priísta dice que aceptaría eventual derrota

“¿Y va a bailar, candidato?”, le preguntaron varios de sus seguidores.

“N’ombre, el que va a bailar es el otro, pero el 5 de agosto”, dijo Jorge Hank Rhon, candidato priísta al gobierno estatal, en clara alusión a su adversario panista, José Guadalupe Osuna Millán.

El ruido era ensordecedor, debido a la música que a todo volumen interpretaban las bandas norteñas del momento. Era su cierre de campaña en la plaza de convenciones más grande de la capital: el FEX.

Horas antes, al término de una reunión con industriales de la localidad, el candidato de la Alianza para que Vivas Mejor (PRI, Verde Ecologista y Estatal de Baja California), Jorge Hank, sostuvo que en caso de perder en las urnas, aceptará la derrota y hará un llamado a sus seguidores para que hagan lo propio y se mantengan dentro de la ley.

Hank Rhon expresó que en caso de ser adverso el resultado, lo único que le dirá a sus seguidores es: “Perdimos”, e insistió que en caso de una eventual derrota en las urnas definitivamente va a aceptarla.

El priísta, sin embargo, descartó que vaya a haber disturbios después de la jornada electoral. “Después del segundo debate no hubo enfrentamientos”, dijo.

Jorge Hank reiteró el llamado a sus seguidores para que no se dejen provocar, ya que, dijo, vamos a ganar pero dentro de la ley, por lo que no es necesario intimidar a nadie, ni que se dejen provocar.

A ritmo de banda

El escenario no podía ser mejor. Desde las 18:00 horas, tiempo local, los más de 10 mil asistentes que vestían las tradicionales camisetas rojas, con enormes letras blancas con el apellido impreso de Hank, estuvieron de fiesta, amenizados por la Arrolladora Banda El Limón, La Presencia y Vallex de la Sierra, entre otras bandas.

El ambiente era de fiesta y parecía que no importaba el motivo, o que éste pasaba a segundo término, y que era su cierre de campaña.

Entre canción y canción, los locutores preguntaban a la asistencia, con frases y palabras utilizadas en la zona norte del país. “¿Si o no, morras y plebes, Jorge Hank va a ganar?, y como única respuesta, la más importante, centenares de gargantas corearon al unísono el apellido del político priísta: “¡¡¡Hank, Hank, Hank!!!”.

El pretexto era lo de menos; los asistentes, quienes fueron traídos en autobuses, o que llegaron por su cuenta en autos o camiones públicos, gritaron su apoyo al candidato, pero además aprovechaban para escuchar a los grupos de moda.

Después de tres horas de espera, Hank llegó acompañado de su familia y colaboradores.

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