Para una Vida Feliz

El secreto de la felicidad es imaginarnos que ya tenemos todo lo que hemos deseado. Se trata de una decisión personal que surge del agradecimiento a la Vida. Y siempre tendremos motivos para agradecer por lo poco o mucho que recibimos. La felicidad radica en vivir los momentos más felices y borrar los que son innecesarios.
Somos el resultado de una colección de recuerdos felices y desdichados. Aprender a olvidar y perdonar es un arte que no nos enseñaron. Y cuando lo hayamos integrado a nuestra filosofía de vida nos habremos descubierto. Entonces nuestra conducta será cuestión de elección entre actuar o reaccionar, y ser responsables de lo elegido.
A pesar de sus afanes y orgullos, el ser humano no es ni su educación ni sus posesiones. Todo lo que vive es tan sólo una proyección de sus recuerdos, sus fantasías y sus temores. Sin embargo, somos algo más que el Cuerpo físico y sus aparentes necesidades. Somos la coagulación de nuestros propios pensamientos e infinitas posibilidades.
Pero nos imaginamos con necesidades superfluas, y entramos en crisis por la dificultad de lo que no podemos obtener. Eso nos roba la paz, agita los sentimientos y vibramos negativamente. Entonces, perdiendo la oportunidad de un diálogo conciliatorio y una posible concordia, hacemos que otros también se agiten contra nosotros.
La imaginación tiene un grandioso poder que hemos abandonado. Somos reyes absolutos de nuestro destino y nadie externo tiene autoridad para impedirnos elegir entre la felicidad o el sufrimiento. La Vida nos dio el libre albedrío. Pero nuestros deseos insatisfechos nos abruman y caemos con facilidad en la depresión y la angustia.
Nos angustia la supervivencia porque exageramos nuestros faltantes, nos inventamos carencias y problema de difícil solución. Los problemas son retos hechos a la medida de nuestra inteligencia para resolverlos. La Vida no le envía un reto a quien no puede con él. Del tamaño del conflicto, así es el potencial que tenemos para enfrentarlo.
Muchas nuevas formas de pensar son desconocidas, y nos están impidiendo alcanzar nuestras metas. Y para lograrlas, es necesaria una corrección terapéutica que nos permita una nueva interpretación entre lo que pensamos, sentimos y hacemos. Es decir, una modificación interna, tal como se viene haciendo desde hace años en Psynética.
Sus avanzados procesos de Psicología avanzada se aplican a la modificación de las estructuras emocionales que impiden la salud física y la estabilidad emocional. Estas nuevas facultades permiten a las personas modificar su realidad para convertirles en amos de su destino.
En todo conflicto alguien está pidiendo algo que necesita, pero no le comprenden porque está usando el lenguaje o el momento equivocado. Las crisis que se generan durante las relaciones humanas no existen en el exterior de los contendientes, sino dentro de sus mentes.
Las diferencias de criterios en la familia o la Pareja no se arreglan con agresiones verbales. Se solucionan conciliando las estructuras emocionales de los contendientes, intentando el perdón y el olvido de las ofensas. Sólo así habrá de surgir la paz. ¿Y por qué no? El Amor.