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Mujeres, la Mitad de los Migrantes

Informe revela que son los pilares de la economía de sus países de origen

Casi la mitad de los migrantes del mundo son mujeres que, en su condición de remitentes de remesas, se han convertido en pilares fundamentales tanto de las economías de sus países como de las comunidades donde se asientan, reveló ayer el informe más reciente del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

En su rol de operarias de fábricas, pizcadoras de frutas y hortalizas, recamareras, prostitutas, enfermeras, oficinistas, domésticas, profesionales y refugiadas, las mujeres son la cara desconocida, y poco reconocida, de las migraciones que tienen lugar en la actualidad, hace ver el documento que a la vez pone de relieve el desamparo en que se encuentran aquellas.

En ese contexto, indica, una de cada cinco mujeres inmigrantes en Estados Unidos vive en condiciones de pobreza y frecuentemente son víctimas de maltratos físicos y sexuales.

“La migración puede ser una situación en la que todos ganan, los países de origen y los de destino, pero para eso hace falta que se protejan unos derechos que ahora mismo están siendo vulnerados”, dijo la autora del informe María José Alcalá, durante una teleconferencia originada en Washington, D.C.

El informe señala también que aunque las sumas totales que envían las mujeres a sus familiares en sus países de origen suelen ser inferiores a las que envían los hombres, aquellas despachan una proporción más alta de sus ingresos. Estima que los inmigrantes radicados en EU remiten aproximadamente 30,400 millones de dólares a países pobres del planeta, sobre todo de América Latina y el Caribe.

Concluye, por otro lado, que el 80% de las 800 mil personas que cada año son forzadas a ir a otros países, en muchos casos trabajan como prostitutas. Utilizando datos del Departamento de Estados Unidos, la UNFPA afirma que cada año América Latina y el Caribe aportan 100 mil personas al negocio de la trata de blancas: puede haber hasta 70 mil brasileñas, en su mayoría mujeres, recluidas en burdeles en otros países de América Latina o en sitios distantes como España y Japón; más de dos mil niñas centroamericanas ejercen la prostitución en Guatemala y hay unas 35 mil colombianas que salen cada año de su país con el mismo fin.

En un capítulo dedicado a la migración juvenil, se hace destacar que en 1997, un 15% de los mexicanos que buscaba empleo en Estados Unidos eran adolescentes. La información cita encuestas hechas en albergues temporales ubicados en las rutas migratorias en México y Centroamérica que revelan que un 40% son adolescentes de entre 14 y 17 años.

“Este informe confirma lo que hemos estados viendo en los últimos 20 años, y es que llegan más mujeres que hombres a pedir servicios o solicitar consultas legales; también la participación cívica de las mujeres es más grande”, comentó Ángela Sanbrano, directora de CARECEN, al saber del informe.

Agregó que el reporte va a ser muy importante para desarrollar políticas que apoyen el desarrollo de las mujeres, y que es apremiante hacerlo considerando que las protecciones que se otorguen a éstas benefician directamente a las familias.

Según el examen global de la UNFPA, compilado cada año por el organismo, el aporte generado por los migrantes tan sólo en 2005 ascendió a 232 mil millones de dólares, un monto que supera la ayuda oficial para el desarrollo proveniente de las naciones ricas.

En cuanto a América Latina, se alude a que hasta 2005, alrededor de 25 millones de personas, el 4% de la población, se lanzaron a buscar oportunidades en otros países (los migrantes de esa región constituyeron el 13% de las diásporas en el mundo). Más de la mitad de las colonias inmigrantes asentadas en EU, unos 18 millones de personas, provienen del sur del río Bravo y el Caribe.

Las remesas monetarias enviadas a Latinoamérica por sus migrantes ascendieron a casi 45,000 millones de dólares en 2005 (lo que equivale al 30% de la suma global de remesas).

Éstas, dice, el informe de la UNFPA, han ido incrementándose, particularmente desde 2000. En 2002, agrega, esas contribuciones monetarias ayudaron a elevar por sobre el límite de pobreza a 2.5 millones de personas en Latinoamérica y el Caribe.

El libro anual de las migraciones de la ONU alude también a los crecientes riesgos que representa emigrar de forma no autorizada: tan sólo en la frontera Estados Unidos-México más de tres mil personas, la mayoría de ellos ciudadanos mexicanos, murieron o se encuentran desaparecidos al intentar el cruce al norte.

Como destino de las migraciones ilegales, Estados Unidos presenta según el informe, la proporción más alta entre muertes y arrestos por las policías fronterizas. Entre 1992 y 2002, esa cifra aumentó de 15 por cada 100 mil a 35 por cada 100 mil, lo que parece reflejar el proceso de militarización de la frontera sur que ha obligado a los migrantes a buscar puntos ciegos en áreas del desierto.

En España, el país europeo que tiene la tasa más alta, la proporción era de 3 muertes por cada 100 mil arrestos en 2000.

Las trabajadoras domésticas conforman casi un 69% de todos los migrantes internos e internacionales que se originan en América Latina, según el informe del Fondo de Población. Un buen porcentaje de éstas acaba en Europa y América del Norte.

A la par de éste, se produce otro fenómeno: el éxodo de profesionales. Según los investigadores, los países más pequeños y más pobres son los que con mayor probabilidad pierden a sus individuos mejor preparados.

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