Mi hijo es adicto al internet

Mi hijo es adicto al internet

Cuando un hijo tiene esta adicción, es que ha carecido de la educación y prácticas básicas, de las disciplinas que sus padres deberían haberle inculcado desde pequeño. Esta adicción suele ser producida, entre otras cosas, para aislarse de las obligaciones escolares y familiares que les corresponden, y para encubrir sus problemas emocionales de comunicación y timidez.
Creen que ejerciendo esa adicción, van a encontrar el apoyo fuera de la casa, en la calle, con amigos o desconocidos. Pero eso es un grave error, porque no existe gran apoyo fuera de la familia, salvo desgraciadas excepciones. Y estos jóvenes jamás encontrarán una verdadera familia en las redes sociales
Al tener rendimientos escolares bajos, por agotamiento del sistema nervioso, la falta de sueño y cansancio físico, baja también su rendimiento en el trabajo y las responsabilidades del hogar. Entonces aumentan las ganas de evadirse de los reclamos, y se entregan con más énfasis a los dispositivos electrónicos. Así se apegan un círculo vicioso, que nunca terminará de forma positiva.
Cuando los hijos tienen profundos conflictos emocionales por la soledad o por la descomposición familiar, se adhieren a la información y las pautas de comportamiento que reciben a través del Internet. Normalmente no les interesa recurrir a la asesoría especializada, y se enfrentan a desconocidas situaciones sin haber aprendido a resolverlas. Deben informarse bien sobre las ventajas y desventajas que tienen estas herramientas virtuales y prevenir los peligros.
El Internet con su información y las posibilidades de mantener conversaciones con extraños, con el envío y recepción de textos y fotografías, los juegos electrónicos y toda la gama de adelantos electrónicos, son muy adictivos.
Es una vergüenza observar, cómo se insultan los jóvenes a través de las páginas de las redes sociales, cuando se enfadan por cualquier cosa, y que a los adultos les parece sin importancia. Son difamaciones, insultos, mentiras y comentarios muy graves y dañinos, que destruyen la imagen de los hijos para siempre.
Las fotos, videos o mensajes que se ponen a circular por el teléfono o el Internet, aunque sean anónimas o privadas, se convierten en públicas. Y pueden caer en manos de pretendientes, la Pareja, familiares, amistades, pederastas, depredadores sexuales, etc. El cyberbullying, grooming, y sexting, está haciendo un daño irreparable en la vida de las personas.
Desde los primeros años, los padres tienen la obligación y el derecho indiscutible e irrenunciable, de poner normas sobre el comportamiento, tanto en la vida familiar, como fuera de casa, sean mayores o menores de edad. Y en estas normas están incluidas, las relacionadas con la utilización del Internet.
Deben estar muy alertas de la forma en que sus hijos interactúan en las redes sociales, pues muchos jóvenes han tenido algunas malas experiencias, de muy difícil arreglo. Estos jóvenes se sienten arrepentidos, avergonzados, culpables, estafados, asustados, violados moralmente, enfadados, contrariados, molestos, indignados y estúpidos, por las acciones que ha cometido de forma premeditada o por ignorancia.
Si los padres pagan tanto dinero mensualmente, por instalar en la computadora un antivirus informático, deberían hacer un mayor esfuerzo, para prevenir los peligrosos virus morales y sociales, que atacarán a sus hijos, si no tienen bien emplazados los blindajes del ordenador. Además de los ataques que sus hijos puedan hacer a otros o a sí mismos.
Para que conozcan perfectamente lo que hacen sus hijos han en el Internet, recomiendo a los padres que instalen y utilicen el programa que ofrece gratuitamente y en español:
http://www.pc-guardian.org.

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