¿México impulsará la integración de sus connacionales al nuevo proyecto de Nación?

El subsecretario para América del Norte de la cancillería, Paulo Carreño, presagio en el Foro: “Impulsando a México, de El Financiero e Interacciones” que el lado positivo, de Trump es que los mexicanos en ese país y los mexicoamericanos se van a ver mucho más actuantes. “Y si ello fuera a causa del señor Donald Trump, bienvenida su burda y grosera candidatura”. El supuesto se cumplió. El gigante despertó, incremento su participación electoral, otorgándole el 30% del voto latino al republicano.

La política exterior mexicana apostó por Hillary con una estrategia defensiva. Los cónsules estuvieron más ocupados por apagar el fuego de la visita de Trump; la prioridad era arreglarnos con la demócrata, en lugar de escuchar a los connacionales. Como Consejero Consultivo, propuse al Subsecretario Carreño reactivar la jornada informativa a periodistas y comunicadores del CCIME, sigo en espera. La respuesta institucional es que preferimos permanecer callados. Les fallamos como país, ganó la frivolidad sobre la realidad.

Se insinuó una intención de fortalecer a las comunidades mexicanas en EU, hasta se esbozó alguna estrategia; apostamos por la diplomacia de tapaderas sobre el interés de una nación transnacional, se optó por enviarles 900 millones de pesos, de acuerdo con un reporte de “Mexicanos contra la corrupción y la impunidad, pese a que Juntos Podemos, no está registrada como donataria”, generó renuncias de quienes no se prestaron a un juego de discursos sobre el urgente pragmatismo hacia la política de que las comunidades siempre podrían esperar. No eran, nunca han sido urgente.

Con la Diplomacia anti- Trump, la Cancillería, fracasó. El Trump-ultimátum se fraguó. La amenaza se cumplió. El magnate firmó el Contrato con el electorado que lo llevo a la Casa Blanca con una agenda pública antisistema, nacionalista, aislacionista, marca no solo un cambio de gobierno, sino un cambio de régimen que despierta al gobierno mexicano a reaccionar con sentido de emergencia nacional.

Enrique Peña Nieto sentenció que se entregará “en cuerpo y alma” a velar por los derechos, el bienestar, los intereses donde quiera que se encuentran. ¡Ahora sí la prioridad es proteger y empoderar a los mexicanos en el exterior!. Nuestra propuesta como Consejero es que trascienda de ser una política de gobierno a una política de Estado, vinculante con las comunidades y enfocada a segmentos de población objetivo binacional, incluyente con actores que participan en la internacionalización de México. Coincido con el Dr. César Camacho Quiroz, que “mejorar el aprecio por lo mexicano exige cambiar en gran medida la realidad de los mexicanos. Como se advierte, lo que hay que hacer depende bastante menos de la elección de los estadounidenses y más de lo que hagamos los mexicanos”. El papel del Poder Legislativo será decisivo vía el Canal del Congreso para hacer realidad la denominada Declaración de Nueva York, en la que el Presidente EPN, escaló el compromiso multilateral del Gobierno mexicano, respecto a la contribución de los migrantes a sus comunidades de origen y destino. El Programa Especial del Migración y Somos Mexicanos, son una plataforma de arranque.

México tiene la oportunidad de hacer un nuevo proyecto transnacional y acreditar en los hechos que si la enfermedad que aqueja a nuestro país para crecer y generar empleos es la falta de productividad, por nuestra incapacidad de producir más con los mismos insumos. Requerimos de capital humano y tecnológico, que bien lo podríamos obtener de nuestra red de inteligencia de talentos en el exterior y de los Dreamers – a quienes Trump amagó- que invalidara las medidas ejecutivas del DAPA. ¿Ahora si México impulsará a sus connacionales? De entrada los Dreamers quedaron ausentes de las 10 medidas que anunció la Canciller Ruiz Massieu. Si la estrategia se reduce a este decálogo y a la línea de apoyo 1.877.672.66.78 a connacionales, quedará nuevamente en palabras insuficientes.