Los “Coyotes” Duplican las Tarifas desde la Llegada de la Guardia Nacional

Yuma (EEUU), (EFE).- Los traficantes de indocumentados entre México y EEUU, conocidos como “coyotes”, han duplicado el precio de sus servicios por el desierto de Arizona desde la llegada a la frontera de soldados de la Guardia Nacional estadounidense.

Si a principios de este año los traficantes cobraban entre 1.200 y 1.500 dólares por un “cruce” desde la localidad mexicana de Altar, en el estado de Sonora, a través del desierto, ahora la cifra se ha incrementado a entre 3.000 y 4.000 dólares por persona.

Para los menores de edad se aplica la misma tarifa.

“No esperaba que estuvieran cobrando tanto”, dijo Vicente López, inmigrante mexicano del estado de Michoacán.

Sentado en una banqueta fuera de la casa de huéspedes en la población fronteriza de Altar, en la que diariamente paga 50 dólares por un espacio tan pequeño donde apenas cabe un colchón individual, López no sabe si en los próximos días podrá reunir la cantidad que le están pidiendo.

“La primera vez que pasé me habían cobrado 1.500 dólares, ahora me están pidiendo 3.000”, dijo el candidato a indocumentado.

Indicó que los “coyotes” le han dicho que éste es el mejor momento para intentar el cruce, ya que una vez que lleguen más soldados “va a ser prácticamente imposible”.

De acuerdo con el Gobierno federal, desde que llegaron las primeras tropas a la frontera la detención de inmigrantes indocumentados ha descendido un 21 por ciento.

Solamente en el sector de Yuma, la Patrulla Fronteriza del estado de Arizona registró un descenso del 23 por ciento.

Expertos sobre inmigración ilegal aseguran que esta disminución se debe no sólo a la presencia de las tropas, sino también al incremento en las tarifas por parte de los traficantes.

“Es un fenómeno que siempre ocurre, una vez que se incrementa la vigilancia en la frontera’, explicó Francisco Loureiro, director de un albergue para indocumentados en la ciudad fronteriza de Nogales (Sonora).

Indicó que algunos indocumentados han expresado su desaliento, pero aseguran que continuarán cruzando.

“Sólo están esperando que los “coyotes” encuentren nuevas rutas para cruzar”, declaró Loureiro.

Para algunos activistas y defensores de los derechos de los inmigrantes indocumentados, como Kate Rodríguez, portavoz de la Coalición de los Derechos Humanos de Arizona, el incremento en la militarización de la frontera, la construcción de un muro a lo largo de la zona y, sobre todo, la presencia de soldados de la Guardia Nacional incrementarán el número de muertes de inmigrantes.

La subida en las tarifas de los “coyotes” ha creado el peligro latente de que muchas personas traten de cruzar por sí mismas el peligroso desierto, donde en verano las temperaturas pueden alcanzar fácilmente los 45 grados centígrados.

“Muchos de ellos desconocen las largas distancias que tendrán que caminar y, sobre todo, el agua que necesitan para sobrevivir”, manifestó Rodríguez.

De acuerdo con la Patrulla Fronteriza, existe constancia de las muertes de 103 inmigrantes indocumentados en la frontera de Arizona desde comienzos de año, cinco menos que para las mismas fechas de 2005.

Por su parte, Vicente López, quien espera poder cruzar pronto para poder regresar a su trabajo en Los Angeles, aseguró que ni siquiera la presencia de la Guardia Nacional evitará que pase la frontera.

“Quizás tenga que pagar más, pero vale la pena, no puedes comparar los salarios que hay entre ambos países”, señaló el emigrante, quien se vio a forzado a regresar a México después de que su madre enfermara.

“Los indocumentados lo único que queremos es trabajar, una oportunidad para vivir tranquilos con nuestras familias’, afirmó López.

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