El Diario de Bateau

“Rompecabezas…”
A María la quiero mucho, es muy buena conmigo, me consiente, me acaricia, me da de comer, yo le agradezco echándome a su lado, apoyándome en su falda cuando la veo triste o cuando tiene miedo… pero me preocupa porque le encanta sufrir, sufre con las películas románticas, sufre con las telenovelas, es como si confundiera ficción con realidad, creo que es una forma de escaparse, de vivir la vida de otros, los humanos tienen formas raras de enfrentar sus preocupaciones, yo cuando me duele la panza como un poco de pasto y mi cuerpo se normaliza, cuando me lastimo me lamo hasta que se me pasa, pero no culpo a nadie de mis dolores o problemas, al primero que culpan los humanos de sus problemas es a Dios, por dos razones comunes, primero, por las cosas que les pasan y segundo, por las cosas que no les pasan…
“¿Por qué me tiene que
pasar esto a mí?”…
“¿Por qué no me habrá
pasado eso a mí?”…
No comprenden que esta forma de pensar les cierra todas las posibilidades de crecer, quedan encerrados en un círculo vicioso de tristezas y miedos del que rara vez escapan durante toda la vida…
María se esconde atrás de la ficción de las telenovelas porque cree que Juancito y Pedro son un castigo Divino, si cambiaría las preguntas los vería como la iluminaron Divina…
“¿Qué puedo aprender de
esto que me está pasando?”
“¿Qué puedo hacer al respecto?”
María como muchos humanos deben comprender que no llegaron a la vida como un mero accidente, sino porque todos tenemos una misión que cumplir y llevar a cabo, si se dieran vuelta y miraran el pasado verán como cada una de las acciones de la vida le llevaron exactamente al momento que están viviendo hoy…
Cada persona y las circunstancias de su pasado parecen acomodarse como si fueran piezas de un gigantesco rompecabezas…
Tal vez los fracasos más que los éxitos los llevaron por el camino adecuado, cada pieza de este rompecabezas encaja en un lugar prediseñado, incluso algunas que no sabemos para qué sirven encontraran con el tiempo su lugar, el problema es que los humanos esperan todo de Dios…
Hacen intercambios con Dios como si fuera un comerciante, creen que nacieron únicamente para recibir, sin comprender que llegaron a esta vida para cumplir su misión y ayudar a cumplir la misión de otros, deben comprender que la vida es una mágica aventura que se debe transitar preguntándose qué tiene que ver determinada persona o circunstancia con la misión que debo cumplir, alguna vez aprenderán que nada es coincidencia…
La inspiración Divina les dirá que hacer en cada momento, solo debe mantenerse alerta, limpiar su mente y seguir su intuición…
El océano de la vida tiene olas y tormentas en la superficie con las que debemos luchar, pero las corrientes subterráneas son las que nos llevaran al puerto Divino, solo debemos buscarlas y seguirlas…

Fragmento del libro
“El diario de Bateau”…
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