<!--:es-->Diferencias entre ahorrar e invertir<!--:-->

Diferencias entre ahorrar e invertir

Seguro que has escuchado y leído cantidad de veces sobre “la necesidad de ahorrar para alcanzar tus metas financieras” y sobre cómo debes “invertir para tu futuro”. Muchas veces las dos cosas se confunden como si fuera lo mismo, cuando en realidad no lo son.

Según el Departamento de Comercio de los Estados Unidos (U.S. Department of Commerce) el ritmo de ahorros en 2005 era negativo, de -0,5%. Es decir, en vez de ahorrar, los residentes de EE.UU. gastamos un 0,5% anual más de lo que ganamos.

Comparado con el ritmo de ahorros en otros países desarrollados como Francia (11,6%), Alemania (10,6%) o Japón (6.7%), eso nos pone al final de la lista de ahorradores…

Invertir es lo que dispones hacer, con parte o todo lo que hayas ahorrado, para sacarle más provecho.

Invertir es poner a trabajar el dinero con el objeto de que produzca más dinero; implica la posibilidad de que no resulte mayor ganancia o que la inversión produzca una pérdida en cuyo caso podría disminuir el capital inicial con el que comenzaste. Invertir implica que estés dispuesto a aceptar el riesgo de perder tu capital.

LA DIFERENCIA ENTRE AHORRAR E INVERTIR SE MIDE SEGÚN EL GRADO DE RIESGO

Constantemente, todos nos vemos obligados a tomar riesgos en la vida. El riesgo financiero es sólo uno más con el que tenemos que aprender a lidiar. Hay muchas formas de riesgo, y aunque lo ideal sería que este fuera lo menor posible, también hay un aspecto básico que debemos considerar que va de la mano de este: las ganancias.

A mayor ganancias, mayor el riesgo. Para ahorrar necesitas que tus ingresos sean mayores a tus gastos; para invertir debes estar claro de los riesgos a los que estás expuesto y cuánto de este puedes tolerar puesto que no hay garantías que las inversiones sean siempre exitosas.

PARA AHORRAR, USA TODAS LAS HERRAMIENTAS A TU ALCANCE

Cuando ahorras también estás corriendo una cierta cantidad de riesgo: el que aquello que no compres hoy pueda subir de precio mañana (también conocido como la inflación).

Por lo que necesitas herramientas que preserven tu capital ahorrado, pero que no lo dejen caer por debajo del nivel de inflación. Las cuentas de ahorros tienen dos defectos típicos: ofrecen poco rendimiento (el ritmo de crecimiento de tus ahorros) y pocas veces superan el precio de la inflación; es el precio a pagar por la seguridad de preservar tu capital.

Hay muchos instrumentos que puedes aprovechar para conservar tus ahorros; no necesitas simplemente guardarlos en una alcancía o debajo del colchón. Sácale provecho al sistema bancario y financiero que tienes a tu disposición.

Lo recomendable es que tus ahorros estén seguros y líquidos (disponibles) para cuando tú necesites de ellos.

En orden de disponibilidad, puedes usar: a) una cuenta de cheques con o sin intereses, b) una cuenta bancaria o de una entidad de ahorro y préstamo, c) cuentas de mercado y d) certificados de depósito que estén a la vista.

Todas estas opciones están respaldadas por la Corporación Federal de Seguros de Depósitos o FDIC, por sus siglas en inglés.

Como ahorrar implica gastar menos, vas a tener que revisar con mucho cuidado tus hábitos de gastos.

Crea un presupuesto con el que mantengas tus egresos por debajo de tus ingresos y en el que dispongas que automáticamente, cada mes, se pase una porción fija a tus ahorros… Comienza con un monto pequeño y ve aumentándolo de a poco, y cuando te acostumbres, ni lo notarás.

Es mucho más fácil ahorrar cuando sabes para qué estás haciendo ese esfuerzo. Es posible que tu meta sea irte de vacaciones o lograr la inicial para tu casa propia. Tu objetivo definirá cuánto necesitarás ahorrar y por cuánto tiempo.

Prueba estrategias para estirar tu presupuesto y busca también opciones para aumentar tus ingresos.

PARA INVERTIR, CONOCE LOS RIESGOS…

La mejor motivación para invertir es definir tu meta y diseñar el modo de lograrla.

Para muchas tomaría una enorme cantidad de tiempo o de dinero para lograrlas sólo a través del ahorro. Las metas a largo plazo, como obtener fondos suficientes para el retiro, seguramente necesitarás atacarlas con más de atrevimiento, con inversiones. Comienza…

Cubriendo tus bases: Dispón de un dinero líquido para casos de emergencia o imprevistos, disminuye tus deudas al máximo, evalúa la compra de tu casa propia y obtén cobertura de seguros para situaciones de desastres que afectarían tus finanzas.

Conociendo los riesgos y tu tolerancia a las pérdidas.

Procede con cautela. Haz preguntas, cuestiona, practica y aprende antes de arrancar.

Procúrate aliados confiables y fuentes de información veraces.

Conoce las opciones de inversión existentes y cuáles se ajustan a tus necesidades.

Sobre todo, no dejes que tu temor a los riesgos te paralice. Uno de los grandes errores a la hora de ahorrar y de invertir es dejar para luego lo que deberías comenzar a hacer ¡ya!

Share