Colonialismo del Siglo XXI

Colonialismo del Siglo XXI

21st Century Colonialism

Desde el siglo XV, (descubrimiento de América), hasta el siglo XX, (segunda guerra mundial), el colonialismo dependía de la propiedad, el control del territorio, la infraestructura y la extracción de minerales, mediante mano de obra esclava y, de acuerdo con reglas privadas y estatales.
En lo económico, los antiguos colonialismos centraban sus esfuerzos en mantener y controlar la tierra en búsqueda de riquezas.
En lo religiosos, el trabajo lo tomo la iglesia católica, que dominaba la política europea, apoyando la conquista de América para establecer colonias y pueblos, en base a sus creencias religiosas.
En lo político, es esa época, la idea de dominar vastos territorios coloniales era un medio importante para mostrar poder, por esto, las naciones europeas colonizaron los territorios que pertenecieron al imperio otomanos, ante su caída, para tener influencia sobre el área.
Lo mismo ocurrió al finalizar la segunda guerra mundial, cuando Inglaterra, Francia, Alemania y Rusia se repartieron los territorios conquistados por Hitler y Mussolini.
En cinco siglos, la lucha por el control sobre los recursos, los mercados y las políticas ha sido enormemente destructiva, millones de personas han perecido en guerras y en hambrunas provocadas o en genocidios para aplastar rebeliones populares.
A fines del siglo XX, el colonialismo se “privatizo”, (aunque la idea se gestó en 1974 con la crisis mundial del petróleo), cuando la globalización hizo que las corporaciones buscaran fuentes más baratas de fuerza laboral productiva, materias primas más baratas, nuevos mercados, nuevas ubicaciones para la producción y nuevas intervenciones tecnológicas en la producción y distribución. El colonialismo financiero acompaño esta “privatización”, proporcionando el crédito necesario para facilitar el crecimiento y la reorganización de las corporaciones, aumentando la concentración y centralización del capital.

Tecnología y colonialismo.
El siglo XXI el colonialismo territorial disminuye, dando lugar al colonialismo tecnológico, utilizado la infraestructura digital, el conocimiento y el control informático para mantener la misma o peor situación de dependencia.
En realidad, la producción se ha robotizado, quitando valor a la colonización territorial o infraestructura, que fue desplazada por una economía avanzada de alta tecnología, basada en servicios, sumado a esto los acuerdos de libre comercio, que permitieron a las naciones introducir bienes baratos en mercados globales, como alimentos, textiles y productos manufacturados.
Hoy existe una gran tensión entre las grandes potencias, con una rivalidad tecnológica que ha cambiado las perspectivas coloniales, en los últimos años los Estados Unidos se han estancado, frente a China, con un gobierno competitivo y capitalista, más la Unión Europea que está a punto de implosionar, sumado a esto, una Rusia dominada por un fascismo recalcitrante, que ha desestabilizado el orden mundial.
En realidad la invasión de Putin a Ucrania es parte de un colonialismo atrasado, intentando el dominio terrestre con soldados y tanques, enfrentándose al ejército ucraniano que cuenta con el apoyo tecnológico de occidente, con drones e informática, No hay duda que Putin subestimó el costo en vidas humanas, economía y política, para lograr el control semicolonial sobre un territorio, que ya había decidido integrarse económica y culturalmente con Europa occidental (por supuesto bajo el paraguas de la OTAN, la UE y los EE. UU.). En realidad, Putin le ha hecho un regalo geoestratégico a Biden, creando un gran dilema en los restantes países, por un lado condenar la invasión rusa de Ucrania y, por otro, condenar la expansión e intensificación del militarismo de la OTAN.

 

 

From the fifteenth century (discovery of America) to the twentieth century (World War II), colonialism depended on ownership, control of territory, infrastructure and mineral extraction, through slave labor and, according to private and state regulations.
Economically, the old colonialisms focused their efforts on maintaining and controlling the land in search of riches.
In the religious, the job was taken by the Catholic Church, which dominated European politics, supporting the conquest of America to establish colonies and towns, based on their religious beliefs.
Politically, at that time, the idea of ​​dominating vast colonial territories was an important means to show power, for this reason, European nations colonized the territories that belonged to the Ottoman empire, before its fall, to have influence over the area.
The same thing happened at the end of World War II, when England, France, Germany and Russia divided up the territories conquered by Hitler and Mussolini.
In five centuries, the struggle for control over resources, markets and policies has been enormously destructive, millions of people have perished in wars and famines provoked or in genocide to crush popular rebellions.
At the end of the 20th century, colonialism was “privatized”, (although the idea was conceived in 1974 with the world oil crisis), when globalization caused corporations to look for cheaper sources of productive labor, cheaper raw materials, new markets, new locations for production and new technological interventions in production and distribution. Financial colonialism accompanied this “privatization”, providing the necessary credit to facilitate the growth and reorganization of corporations, increasing the concentration and centralization of capital.

Technology and colonialism.
In the 21st century, territorial colonialism decreases, giving rise to technological colonialism, using digital infrastructure, knowledge and computer control to maintain the same or worse situation of dependency.
In reality, production has been robotized, taking away value from territorial colonization or infrastructure, which was displaced by an advanced high-tech economy, based on services, added to this free trade agreements, which allowed nations to introduce cheap goods in global markets, such as food, textiles and manufactured goods.
Today there is great tension between the great powers, with a technological rivalry that has changed the colonial perspectives, in recent years the United States has stagnated, in front of China, with a competitive and capitalist government, plus the European Union that is about to implode, added to this, a Russia dominated by a recalcitrant fascism, which has destabilized the world order.
In reality, Putin’s invasion of Ukraine is part of a backward colonialism, attempting land dominance with soldiers and tanks, facing the Ukrainian army that has the technological support of the West, with drones and information technology. There is no doubt that Putin underestimated the cost. in human lives, economy and politics, to achieve semi-colonial control over a territory, which had already decided to integrate economically and culturally with Western Europe (of course under the umbrella of NATO, the EU and the US). In reality, Putin has given Biden a geostrategic gift, creating a great dilemma in the other countries, on the one hand condemning the Russian invasion of Ukraine and, on the other, condemning the expansion and intensification of NATO militarism.

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