Aumentan Esfuerzos para prevenir Muertes de Inmigrantes

Grupos de rescate oficiales y de organizaciones de voluntarios despliegan esfuerzos complementarios para prevenir muertes de inmigrantes en la frontera entre California y México donde hay tormentas de nieve, lluvia y zonas de deslaves.

La Patrulla Fronteriza puso en estado de alerta un equipo para búsqueda y rescate en tormentas en una zona montañosa al este de San Diego, mientras un grupo de samaritanos, Los Angeles de la frontera, se coordina con el grupo Beta, de México, para llevar ayuda al área.

El director de los Angeles, Enrique Morones, señaló que “este fin de semana instalamos las primeras estaciones de emergencia y el próximo vamos a completar entre 40 y 50 estaciones”, en corredores por donde habitualmente caminan los inmigrantes durante el invierno.

Cada “estación” tiene cobijas, ropa de invierno, preferentemente impermeable, algunas incluyen zapatos apropiados para lodazales y nieve y alimentos “no congelables con azúcar, como pastelitos”, dijo Morones.

Mientras la Patrulla Fronteriza coordina su equipo Borstar, un helicóptero con 24 paramédicos, rastreadores y rescatistas, los patrulleros que vigilan la frontera llevan botiquines para reanimar a personas víctimas de hipotermia o congelamiento.

Hasta ahora el Borstar continúa sin localizar inmigrantes en riesgo de muerte en las montañas, pero los rastreadores aprovechan cada vez que pueden entre tormentas para revisar la zona a pie, informó el vocero de la patrulla, Raúl Martínez.

Los Angeles de la frontera concentran las “estaciones” en el área de Tecate, California, frente a la noroccidental ciudad de Tecate, México, con una elevación de más de mil 300 metros y extensas zonas cubiertas de nieve.

En coordinación con el grupo Beta de Tecate, Los Angeles también distribuyen “estaciones” en ambos lados de la frontera sobre La Rumorosa, una cordillera que atraviesa la frontera, cubierta con nieve y con los vientos más fuertes en la región en algunas zonas.

“No queremos despertar falsas expectativas en la gente que cruza la frontera, que pudieran pensar que encontrarán alguna estación en su camino y luego que no ocurra, como tampoco queremos alentarlos a que crucen por esos lugares, sólo decimos hay cierta ayuda en la región y si la necesitan podrían encontrarla”, dijo Morones.

Por su parte el Consulado de México empezó a divulgar comunicados de prensa para alertar a los inmigrantes sobre las condiciones en la región.

El informe consular más reciente advirtió que la zona de riesgo va desde las montañas en Otay, unos 10 kilómetros al este de San Diego, hasta la zona de La Rumorosa.

Ahí las temperaturas bajan en la madrugada en alrededor de ocho grados centígrados y hay constantes vientos de unos 30 kilómetros por hora.

El terreno en la frontera es incluso difícil para los inmigrantes que intentarían cruzar por la fronteriza ciudad mexicana de Tijuana, donde las lluvias obligaron a evacuaciones de comunidades y se registran deslaves y daños por corrientes imprevistas.

Al lado de California, la nieve cubre desde Alpine, una zona a unos cuatro kilómetros al norte de México, donde una serie de incendios hace 14 meses deforestó la región y quedó en riesgo de deslaves.

Martínez, de la Patrulla Fronteriza, comentó que también hay riachuelos que con los chubascos se convirtieron en corrientes peligrosas en la región.

“Lo mejor que se puede hacer ahora es que los inmigrantes no traten de cruzar en estas condiciones, es cierto que hay esfuerzos de salvamento, pero los riesgos se multiplicaron con las tormentas”, dijo Martínez.

De acuerdo con un pronóstico del servicio meteorológico de Estados Unidos, las tormentas continuarán ocasionalmente hasta el próximo mes de marzo.

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