Sexo antes del Matrimonio

Sobre este tema nadie tiene una respuesta que se ajuste a todos los gustos e ideas. Cada caso debe analizarse con mucho cuidado. Influyen factores como las costumbres, el medio social, las creencias familiares, la edad, la economía, la cultura personal, la maduración sexual, la evolución emocional, el auto estima, etc.
Las relaciones sexuales antes de formalizar la unión tienen sus pros y sus contras. Se trata de una decisión muy personal que se apoya en los valores morales y la filosofía personal que le dicta a cada involucrado lo que es correcto o no. Pero sobre todo, el significado que cada cual le ha dado a este hecho.
Es necesario saber si se habló der las consecuencias y del nivel de responsabilidad que soportaría cada participante, porque cada quien entra con expectativas diametralmente opuestas. Muchas veces, para la mujer esa situación significa un compromiso comprendido y aceptado de pertenencia o fidelidad. En cambio para el hombre es como tomarse un café. No significa lo mismo, excepto su satisfacción sexual y la confirmación de su poder de seducción.
Para la mayoría de los hombres no significa “compromiso”, responsabilidad o amor, tal como ella lo espera, sino tan solo un apremio biológico que debe satisfacerse. Aunque así lo pregone la poesía romántica, la verdad es que el hombre y la mujer no tienen el mismo concepto sobre la sexualidad, cada cual piensa, siente y disfruta del sexo en forma muy diferente. Esto confunde a los involucrados porque consideran que son almas gemelas o el complemento de su Pareja.
El matrimonio, la boda, el vestido de novia, el hogar, etc., son fantasías femeninas desde que ella tiene uso de razón, en cambio para el hombre es otra historia. Él, a sus 24 o 30 años solo piensa en los amigos, el futbol, las fiestas, etc., pero jamás en casarse. Quiere o ya tiene una pareja sexual, pero en su fuero interno no existe compromiso de matrimonio futuro, tal como lo piensa la mujer.
Muchas mujeres cometen el error de tomar a un hombre como “su proyecto”, para hacerle crecer y adaptarlo a sus planes de boda. Eso incluye el ponerlo a prueba empezando a vivir juntos y preparándolo para un matrimonio formal. Pero no toman en cuenta que la mujer es comparativamente, de 10 a 15 años más evolucionada en el terreno emocional, y con cada embarazo crece de 5 a 10 años más que el hombre.
Si ambos tienen 26, el mari-novio apenas piensa como ella lo hizo cuando tenía unos 15 a 18 años. Esto lleva al varón a tener en ese momento aventuras con jovencitas de 16 a 20. Y se olvida de formalizar la unión dejando a la novia lastimada y confundida después de que ella le invirtió varios años de esfuerzos y devoción. El chico alegará inseguridad o confusión de sus sentimientos, y la novia seguirá intentando convencerlo con sexo esperando que reaccione.
La verdad es que, aunque él alegue lo contrario, para ese momento ya tiene una substituta, y al romper la relación no carecerá de los beneficios sexuales. El significado de la palabra “compromiso” es en el hombre y la mujer tan distante como de la Tierra a la Luna. No es que él le tenga miedo al compromiso, la razón es que él nunca lo consideró como tal, sino como una agradable concesión.
Al llegar a este punto, es necesario que la chica reconozca que ya necesita tomar ayuda profesional. Le servirá para actualizarse en las modas o corrientes actuales sobre el noviazgo y el matrimonio. También para liberarse totalmente de la dependencia de su “proyecto” y sanar el duelo de la pérdida emocional. Puede ser 100% libre de nuevo y recuperar la seguridad en pocas horas de asesoría psicológica.

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