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Qué significan las nuevas Regulaciones Migratorias

Aggie R. Hoffman

Ante la ausencia de la prometida reforma migratoria y el hecho de que el Congreso no la avanzó durante los primeros dos años de la administración Obama – cuando los demócratas poseían mayoría en ambas cámaras y un representante en la Casa Blanca – el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) y el Departamento de Seguridad Interna (DHS) están tratando de lograr alivio migratorio allí donde sea legalmente posible.
Ya en junio de 2011, la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) dio a conocer su primer memo respecto al uso de discreción en decisiones judiciales tocantes a la deportación. Poco después, un memo adicional proporcionó detalles operativos del cambio.
El 6 de enero de 2012 se dio a conocer una propuesta encaminada a reducir el lapso de separación de familias frecuente durante las etapas de un proceso migratorio. Es importante comprender que no se trata de un cambio en la ley, sino de una enmienda en las regulaciones que interpretan esa ley, ya que solamente el Congreso tiene la autoridad de legislar.
El cambio se refiere a los familiares inmediatos, término que incluye a esposos o cónyugues, padres e hijos (hasta los 21 años de edad) de un ciudadano estadounidense. Las nuevas reglas propuestas para un permiso provisional incluyen sin embargo solamente al cónyugue o al padre o madre de un ciudadano estadounidense.
El permiso provisional reducirá el período de separación favoreciendo a un grupo que de por sí ya goza de un estatus especial, determinado por el Congreso. El grupo de parientes inmediatos tiene el derecho a inmigrar independientemente de la cuota nacional y de esa manera elude la larga espera a que haya visas disponibles de acuerdo con el sistema actual, acordado a clases de familias y a categorías basadas en el empleo.
A pesar de este beneficio especial, si un pariente inmediato entra a Estados Unidos sin una visa, eludiendo una inspección fronteriza, no podrá ajustar su estado migratorio dentro de Estados Unidos, sino que estará obligado a abandonar el país y solicitar la visa migratoria en un consulado de Estados Unidos en el exterior.
Esta salida del país es lo que genera la necesidad de un permiso que le permita al solicitante el retorno.
En el sistema actual: la solicitud del perdón debe ser entregada al consulado de Estados Unidos en el extranjero, el que a su vez lo envía al Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) para su adjudicación. El solicitante debe quedarse fuera de Estados Unidos hasta recibir una decisión favorable. Esto puede llevar meses e incluso más que un año. Obviamente, este atraso causa no solamente gran ansiedad y sufrimiento por la separación física de la familia, sino también problemas económicos por la pérdida del dinero que ganaba quien ahora debe esperar fuera del país. Para cualificar para este permiso, el solicitante debe demostrar la existencia de dificultades extremas (extreme hardship) para un ciudadano estadounidense o residente legal que es su padre, madre o cónyugue.
En el nuevo sistema propuesto: se podrá solicitar un permiso provisional y el solicitante puede seguir viviendo dentro de Estados Unidos hasta que el gobierno llegue a una decisión. Si el perdón provisional se concede, el solicitante saldrá entonces del país para su entrevista en el consulado, pero el proceso llevará allí días en lugar de meses. Para cualificar para el permiso provisional, todavía tiene que demostrar dificultades extremas, pero solamente aplicará a un familiar (padre, madre o cónyugue) que es ciudadano estadounidense. Por otra parte, las dificultades no se limitarán al solicitante. En otras palabras, si el ciudadano estadounidense que es cónyugue presenta una petición de visa a nombre del inmigrante pero la dificultad extrema la sufre el padre o madre (tiene que ser ciudadano) del inmigrante, todavía se va a tener en cuenta.
Limitaciones: En primer lugar, el permiso provisional solamente se garantizará en casos de presencia ilegal. En casos de que haya fraude, engaño o condenas criminales, la solicitud deberá presentarse – como antes – en el consulado en el extranjero. En segundo lugar, existen acciones o condenas que llevan a que el permiso provisional no sea concedido, tales como los relacionados con drogas, atentados contra la seguridad, afirmaciones falsas de ciudadanía estadounidense, crímenes violentos, otros delitos graves y el haber entrado al país ilegalmente luego de ser deportado o expulsado.
Por ultimo, es importante comprender que el permiso provisional en este momento es solamente una propuesta y que el proceso todavía no existe. Un cambio en las regulaciones requiere ser publicado en el Registro Federal para notificación y para permitir el comentario público antes de ser implementado.
Pero si se niega el permiso provisional, el caso podría ser enviado a ICE para iniciar el proceso de deportación ante un juez migratorio. En estas circunstsancias, si el solicitante ha estado viviendo en Estados Unidos durante al menos 10 años, puede solicitar ayuda tal como la cancelación de la expulsión en donde se requiere demostrar que esa deportación causaría problemas excepcionalmente difíciles. Pero en este caso, se puede ampliar el caso e incluir también a niños que son ciudadanos de Estados Unidos, así como esposos o padres que son residentes legales.
Queda pues claro que los beneficios migratorios son solamente llenar unos formularios. Si la solicitud no es completada de manera correcta o si no la acompañan documentos adecuados, hechos detallados y evidencias existentes, ésta podría ser rechazada. El rechazo pondría al solicitante en una peor situación que la de antes del pedido. Hacerlo solo, sin estar representado por un abogado de inmigración experimentado podría causarle daños irreparables. Participé en una teleconferencia con USCIS en donde surgió la pregunta de qué pasaría si el pedido de permiso provisional fuera rechazado, y precisamente, no desmintieron que el caso sería derivado para deportación.

Informes en (760) 277-2917

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