<!--:es-->Los efectos de las adicciones en el embarazo<!--:-->

Los efectos de las adicciones en el embarazo

Tener un hijo es una decisión personal, como lo es la forma en que la mujer se cuidará durante este periodo. Sin embargo, las embarazadas que hacen abuso de drogas durante los meses de gestación pueden provocar daños irremediables en el desarrollo normal del feto.

Estudios sobre adicciones durante el embarazo señalan que si el desarrollo del feto es expuesto a la droga, se producen cambios pequeños, pero muy importantes para el futuro, en particular en lo relacionado a un comportamiento exitoso en la etapa escolar y superior, representados en la habilidad de bloquear distracciones y la concentración a largo plazo.

Todas las drogas, incluidas el alcohol y el tabaco, son peligrosas para una mujer embarazada, “ya que aumentan del riesgo de malformaciones congénitas, de restricción de crecimiento intrauterino y de daños embrionario – fetales, lo cual es empeorado por el uso simultáneo de varias drogas, cuyos efectos serían aditivos”, explica el ginecólogo Jorge Carvajal.

Dado que generalmente las mujeres adictas usan más de una droga, “resulta difícil determinar el peligro específico de una droga en particular sobre el feto y las consecuencias de su consumo para ambos”, señala el especialista.

Bebidas alcohólicas:

En el cuerpo de la mujer, el alcohol se transforma en sustancias dañinas que son absorbidas por el feto. Su ingesta es catalogada como una de las drogas más peligrosas durante el embarazo, especialmente al principio de éste.

Su uso materno, según el ginecólogo Jorge Carvajal, “contribuye a un amplio rango de efectos en el hijo como los trastornos cardiacos y articulares congénitos, incluyendo problemas de hiperactividad e irritabilidad persistente durante los primeros años”.

Si la futura madre consume bebidas alcohólicas, aumenta el riesgo de que su bebé nazca con defectos, como el “Síndrome Alcohólico Fetal” (SAF), que incluye distintos trastornos como formación de un cráneo pequeño, anomalías faciales, retardo en el crecimiento y problemas de aprendizaje.

No se ha logrado determinar cuál es la cantidad de alcohol que produce este efecto, lo que ha quedado demostrado es que todo tipo de consumo representa un riesgo. Por eso, el especialista, recomienda que la mujer se abstenga de tomar bebidas alcohólicas desde que decide embarazarse, o por lo menos en el momento de saber que está encinta.

Cocaína y otros estimulantes

La cocaína y las drogas estimulantes en general, como las anfetaminas y sus derivados, reducen el apetito de la madre.

Hay muchos factores que dificultan determinar el impacto directo del uso de estimulantes durante el período de gestación, tales como la cantidad y número de drogas que usa la madre, el estado socioeconómico, mala nutrición de la madre, otros problemas de salud, y la posibilidad de haber sido expuesta a enfermedades de transmisión sexual.

En el caso de la cocaína, no se conocen a cabalidad los efectos del uso prenatal de la droga en los niños, sin embargo, el doctor Carvajal, explica que la mayoría de los bebés cuyas madres la consumieron durante el embarazo, nacen antes de tiempo, con bajo peso neonatal, con cabezas de circunferencia menor y un tamaño más pequeño.

Además, “esta adicción podría cuadruplicar los posibles desprendimientos placentarios, aumenta el riesgo de malformaciones del aparato urinario en 4,39 veces, produce peligros de infarto de miocardio, arritmias, ruptura de la aorta, accidentes cerebrales, convulsiones, isquemia intestinal y muerte súbita”, advierte el doctor Carvajal.

Tabaco

Éste eleva el riesgo de un parto prematuro y de problemas de desarrollo del feto. La nicotina disminuye el apetito de la mujer durante la etapa en que debe subir de peso.

Además, “el humo del cigarrillo reduce la capacidad de los pulmones para absorber oxígeno, por tanto, el feto privado de suficiente alimento y oxígeno, duplica las posibilidades de que nazca con bajo peso; y hay mayor riesgo de malformaciones congénitas que involucren el corazón o el sistema nervioso central, o de gastrosquisis”, revela el especialista.

Share