Los candidatos no pasan la prueva

Por Jorge Hugo García

Doctor en Psicología

Estamos padeciendo la pésima actuación de las autoridades en todos los niveles de gobierno, porque no hemos sabido selecciónarlos. Esto ha venido desembocando en una total inseguridad, ineptitud, corruptelas y enriquecimiento inexplicable, en virtud de que en ningún momento les hemos aplicado las prubebas de selección de personal a los gobernantes y servidores públicos. Porque eso vienen siendo: empleados del Pueblo.

A estos busca-chambas les hace falta criterio y sentido común, porque han sido escogidos de una camarilla polaca de auto-ungidos, apoyados por costosísimas campañas de propaganda que recaen en nuestro bolsillo. Estamos pagando caro para ser mal administrados y gobernados. Y no es suficiente con ir a votar, porque simplemente no hay de donde escoger.

¿Cómo es posible que al empleado de una maquiladora se le hagan complicadas pruebas de selección psicológica, y capacidad técnica, para darle un ínfimo empleo de salario mínimo? ¿Entonces, por qué aun candidato a servidor público no se le aplique el mismo rasero, si nos viene costando una millonada? Si se hacen selecciones para mejorar las especies en plantas y animales, ¿por qué no se aplica esta tecnología a los dirigentes y servidores del pueblo?

Se debe dar inicio a una campaña de reestructuración social basada en la selección del más apto. Se les ha dado mucho poder a personas ineptas para que tomen decisiones absurdas que nos afectan severamente. No tienen la capacidad intelectual, ni los valores morales, tampoco la salud َfísica y mental, y además carecen del equilibrio emocional para dirigir con sabiduría y criterio los destinos de una dependencia, y no se diga los de una nación. La gran mayoría son adictos al alcohol, al tabaco, las drogas, o su vida familiar es un desastre. Y si alguien desea contradecirme, que me lo demuestre con un anti-doping.

Algunos de ellos han osado replicar que no se les debe juzgar por su vida personal. ¿Cómo de que no? Si esa es la muestra de cómo tienen estructurado su cerebro. Si mantienen una estructura mental en conflicto, no podrán tener la serenidad ni el criterio suficiente para tomar decisiones justas en el desempeño de su puesto. La mayoría tiene graves padecimientos físicos, los cuales han sido causados por conflictos emocionales no resueltos. Solo existe una mente sana en un cuerpo sano.

En la actualidad existen los medios técnicos para hacer selecciones basadas en pruebas psicológicas y bioquímicas, las cuales pueden definir con toda certeza las características de la personalidad del candidato a un puesto popular. Se pueden sacar a la luz sus rasgos ocultos, sus debilidades mentales, tendencias negativas, inclinación al engaño, al nepotismo, a la prepotencia, al robo, a la agresividad, a la traición, inclinaciones sexuales, adicciones al alcohol, drogas, etc. Al elevar esta iniciativa a ley nacional, se podrían evitar las costosas equivocaciones que cometen los ‘servidores del pueblo’

De nada sirve el voto ciudadano si no existen candidatos que valgan la pena. Se vota por la presión de la ley, pero no por convicción. La verdad es que durante una campaña política no hay a quien irle. Y da tristeza ver que el abstencionismo va creciendo, porque simplemente no existen personas idóneas para el puesto que solicitan. En nuestro fuero interno prevalece la incertidumbre sobre el futuro desempeño del elegido, pero se ahoga la duda con la falsa esperanza inducida por la publicidad, y entonces vamos a las urnas forzados a votar por el menos malo.

No se vota por haber hecho una cuidadosa selección de los candidatos, se vota por clanes que ofrecen pan y circo, por las camarillas corrompidas por el poder detentado desde años. La feroz campaña de publicidad ha embrutecido la conciencia individual. Y el votante se deja llevar por la inercia de las consignas políticas de su partido, por el fanatismo de sus dirigentes religiosos, o decepcionado del sistema se decide por el silencioso e inconforme abstencionismo.

Perdemos tiempo en precenciar los debates y la verborrea inútil de los candidatos a ocupar la silla del nuevo gobierno. Ninguno manifiesta la coherencia mental, ni presenta planes efectivos e inteligentes para solucionar en forma integral y continuada las carencias más elementales de la comunidad, como son su seguridad y servicios básicos. Presentan al elector los mismos modelos sacados de viejos moldes que ya no concuerdan con el adelanto tecnológico mundial. La sociedad está enferma de ‘otro poco más de lo mismo’

Se cierne un negro futuro, no solo sobre municipios o estados, sino sobre la toda humanidad, si no se considera de urgente necesidad una ley que someta a los postulantes a puestos públicos, a una rigurosa selección psicológica y fisiológica. Porque les estamos entregando todo el poder para perjudicarnos, y en esa forma no podremos evolucionar como individuos, ni tampoco como civilización.

Comentarios: jorgehugo_garcia@yahoo.com.mx.; (664) 680-2592. Gracias.

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