Realentizan genes protectores de cáncer envejecimiento
Explica experto que esa vinculación entre el cáncer y el envejecimiento es comprensible teniendo en cuenta que ambos procesos están relacionados con la acumulación de daños celulares
Un estudio de científicos españoles ha probado, en experimentos realizados con ratones, que dos genes de los que se conocía su papel protector contra el cáncer también ralentizan el envejecimiento cuando se aumentan sus niveles.
El director de este equipo de científicos ha sido Manuel Serrano, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas de Madrid (CNIO), premiado en su trayectoria profesional con galardones como el Premio Banco Sabadell a la Investigación Biomédica por sus aportaciones sobre supresión tumoral.
Serrano explicó que esa vinculación entre el cáncer y el envejecimiento es comprensible teniendo en cuenta que ambos procesos están relacionados con la acumulación de daños celulares.
En esta investigación, publicada en el último número de la revista Nature, participan, entre otros, científicos de la Universidad Complutense de Madrid, de la Universidad de Valencia, y de la Universidad Católica de Valencia.
Serrano indicó que el incremento de los niveles de dos proteínas, tal como se ha experimentado en ratones genéticamente manipulados, además de suprimir el cáncer, retrasa el envejecimiento.
Se ha comprobado, añadió, “que los animales sometidos a mayores dosis de ambos genes tienen una mayor esperanza de vida, en comparación con el resto de ratones”.
Recordó que los científicos ya conocían que la proteína supresora de tumores p53 (también denominado Trp53), y uno de sus reguladores, ARF, estaban involucrados en la detección y eliminación de daños celulares.
Sin embargo, continuó, ahora se ha ido más allá, al comprobarse que un aumento de la actividad de esos dos genes proporciona un “robusto” efecto anti-oxidante, que no se limita a la protección contra el cáncer.
Según el científico del CNIO, los investigadores han “completado el conocimiento que existía” al respecto y han demostrado que los ratones en los que se da una actividad añadida de esos dos genes “no sólo están protegidos del cáncer, sino también del envejecimiento”.
Por tanto, añadió, “los mismos genes que nos protegen del cáncer, también garantizan una mayor esperanza de vida”, lo que resulta comprensible teniendo en cuenta que ambos procesos están relacionados con la acumulación de daños celulares.
Serrano agregó que “el cáncer se produce por la acumulación de daños genéticos que resultan en un crecimiento celular aberrante, y la edad también se produce por la acumulación de daños genéticos y de otros que resultan en una falta de funcionalidad (regeneración pobre, etc)”.
Por ello, concluyó, el suministro de fármacos destinados a potenciar los genes protectores del cáncer podría redundar asimismo en la ralentización de los procesos de envejecimiento.