Haga Una Relacion Sin Conflictos

Unirse a una persona para formar una pareja, ya sea en matrimonio civil, eclesiástico o en unión libre, es una decisión que debe pensarse detenidamente. Iniciar una unión en ningún momento será la solución a los problemas internos. Esta opción debería tomarse sólo cuando ya no se tenga ningún conflicto, de otra manera sería agregarle más crisis donde ya existen demasiadas.
Una unión nunca solucionará las soledades afectivas, ni las frustraciones y traumas del pasado sentimental. Desde la Secundaria debería incluirse como materia obligatoria “El matrimonio”, ya que la mayoría de los estudiantes terminarán formando una relación, y ninguno de ellos está preparado. Luego nos asombramos del alto índice de embarazos de adolescentes, la violencia intrafamiliar, los abortos, el abandono y la delincuencia.
Urge remodelar la carga académica escolar, y dirigirla a hacia el hecho de que los educandos iniciarán de inmediato en algún tipo de unión emocional y/o sexual. Por ello, todas las parejas pretendientes y aun las ya establecidas, deberían prepararse en cuatro rubros básicos: civil-económica, religioso-filosófica, psicológica-emocional, y de sexualidad. Estos son los aspectos que finalmente explotan llevando a la pareja y su descendencia a un verdadero infierno.
La parte civil-económica es importante informarse sobre los derechos y obligaciones que concede la ley a los ciudadanos durante su convivencia en pareja. Y luego, enterarse de los aspectos sobre el manejo de los ingresos y salidas del dinero. El 41% de los divorcios son causados por desacuerdos en el gasto y problemas económicos.
Las creencias religioso-filosóficas son el fundamento de la cohesión que formen los contrayentes. Estos conceptos son indispensables para la comunión de ideas, la aplicación del orden, el ejercicio de los valores morales, el mantenimiento de las disciplinas y la toma de responsabilidades. El 38 % de las parejas tienen serias discrepancias en estos rubros.
El área psicológica es el mas preocupante, porque las conflictivas resultantes de la convivencia con otro ser diferente, ha creado angustias y grandes tragedias de coexistencia. El número de divorcios, a causa del choque de las personalidades, ha superado el nivel tolerable de estrés. Aunado a lo incierto del presente y la angustia del mañana, se ha elevando la taza de divorcios por tortura y agresión psicológica en un 65%.
La sexualidad, muchas parejas desconocen las diferentes características que adopta su fisiología y expresión sexual, y de cómo se complica al convivir con un ser diferente. Ignoran los cambios hormonales, tanto los propios como los de su cónyuge, y los que con las edad modificarán su apetencia y manifestaciones. En este rubro existe gran carencia y por lo que el 32% de los divorcios se debe a desavenencias sexuales.
Al referirnos al divorcio, debemos considerar dos aspectos: el divorcio o separación disimulada, donde la pareja continúa la existencia bajo un mismo techo para odiarse y culparse mutuamente de sus tragedias, en un suicido lento que no termina nunca. Y el otro, quienes valientemente aceptan sus equivocaciones, terminan el acuerdo en forma traumática o pacífica, y se retiran de la unión.
El más grandioso Amor no será suficiente para que exista un trato digno y la comunicación sincera. La felicidad en la pareja no depende del nivel de Amor o las circunstancias, sino de la actitud que tome cada participante. Y es aquí donde se hace necesaria una asesoría profesional.
Las parejas pueden modificar su relación, sólo se necesita un gran deseo adquirir la información oportuna y confiable que les ayude a vivir sin sufrimientos. Para ello, la Clínica de Psynética recomienda el “Seminario Creciendo Juntos” como la opción más adecuada para quienes desean ser Emocionalmente Inteligentes.

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