<!--:es-->El sexo, una cuestión de peso
Nueva razón para hacer dieta<!--:-->

El sexo, una cuestión de peso Nueva razón para hacer dieta

Millones de mujeres avalarían esta frase: cuanto más satisfecha se está con el propio cuerpo más se atreve una a mostrarlo. Curiosamente, como suele pasar con ciertos pensamientos populares, nuevos estudios demuestran que el saber de la calle vuelve a tener bases científicas.

Perder peso mejora la vida sexual

“La imagen corporal es esencial”, asegura la sexóloga Yolanda Rodríguez, de la Universidad de Vigo. Esta especialista española realizó un estudio sobre percepción del cuerpo y sexualidad en 325 mujeres jóvenes.

La conclusión, luego de extensas charlas y cuestionarios, fue que la autoestima relacionada con la satisfacción sobre el propio cuerpo determinaba en más de un 80 por ciento la mayor o menor entrega y placer sexual de las mujeres.

Lejos de promover una delgadez extrema como clave de una buena vida sexual, los expertos hablan del peso con el que una mujer se sienta más cómoda para disfrutar bajo las sábanas. “Se trata de sentirse lo suficientemente confortable como para entregarse sin tantos pudores”, agrega Rodríguez.

Esta premisa es básica, según se analizó en la Primera Conferencia Mundial sobre Sexualidad realizada en abril de 2007 en Sydney, Australia, y fundamental en las relaciones que recién comienzan.

Una encuesta nacional realizada en México por la Consultora Mitofsky determinó que las mujeres más delgadas reportaban mejor actividad íntima, más posibilidad de escoger a sus parejas y la posibilidad de tener relaciones sexuales cuando querían.

Dentro del matrimonio, la cosa cambia. “Pero no hay que dormirse en los laureles y pensar que la pareja soporta barrigas y caderas cada vez más grandes”, aconseja Rodríguez.

Y en este punto, una investigación de la Universidad de Duke fue esclarecedora. En ella, se hizo el seguimiento de la vida sexual de un grupo de 161 mujeres y 26 hombres obesos que estuvieron bajo dieta durante dos años y se llegó a la conclusión que a medida que se despojaban de libras, los participantes del estudio, de ambos sexos, también se libraban de prejuicios.

“Para las mujeres resultaba especialmente problemático el no desear ser vistas sin ropa y no disfrutar de la actividad sexual”, explica Martin Binks, director de Salud y Conducta del Centro de Dieta y Bienestar Físico de la universidad y director del estudio.

El equipo analizó cómo las personas mejoraban su vida sexual a medida que perdían libras. En promedio, el grupo bajó un 13 por ciento de su peso en los dos años que duró el seguimiento.

Lo que no es mucho. Por eso, ahora, tanto sexólogos como dietistas están agregando a la lista de beneficios de perder peso el factor sexual junto a mejorías en los números de la presión arterial y el colesterol, entre otros.

“Antes, siempre se vinculaba la pérdida de peso a verse mejor frente al espejo, ponerse la ropa que uno quería y no la que uno podía. Ahora, se trata del placer de la desnudez y de la intimidad con el ser amado sin complejos”, profundiza John Money, sexólogo representante de Estados Unidos ante la conferencia mundial de Sydney.

Share