El Cafecito

El Cafecito

Hay personas que atesoran bienes como si fuera su única seguridad en esta tierra y que aunque estén pasando por necesidad, no se desprenden de ellos. “Los bienes son para remediar los males,” la expresión favorita de mi madre, que en más de una ocasión la he visto desprenderse de lo material no solo para salir adelante en situaciones difíciles, sino para ayudar a otros en necesidad cuando ella no cuenta con las finanzas para ayudarles.
Es a través de estos actos de fe que he podido ver a Dios claramente obrando y honrando esa fe de ella multiplicándole todo aquello que da; pero no solo porque lo da, sino porque se preocupa por las almas y más allá de dar solo lo material, siempre lo complementa con alimento espiritual. Eso es seguir el ejemplo de Jesús, dar de gracia lo que de gracia hemos recibido, primeramente, la Salvación, y enseguida suplir la necesidad material. Dar de comer al hambriento, de vestir al desnudo, ayudar a esa persona que ha perdido su empleo y no acompleta su renta, a esa madre que trabaja todo el día y aun así tiene que escoger entre un galón de leche o el material para el proyecto de ciencia de su hijo.
Algo que se con seguridad, es que cuando nos aferramos a las cosas materiales, cuando amamos más el dinero que a las personas y dejamos de confiar en la provisión de Dios, nada nos hará felices mientras nuestra seguridad dependa de lo material. El dinero nos da cosas, pero no satisfacción; solo Dios nos da contentamiento y además suple nuestra necesidad material y espiritual. “Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.”1 Timoteo 6:8 (Tomado del Blog El Cafecito de América Figueroa)
afigueroaLPH@gmail.com

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