E-Democracia

Fin del bipartidismo…
La mayoría de los países democráticos se caracterizan por ser bipartidistas, pero los ciudadanos sabemos que, al momento de votar, ambos partidos son las dos caras de la misma moneda… un líder pragmático sabe que, para “manipular” a sus seguidores, deberá hacer promesas que nunca podrá concretar, y un líder idealista a pesar de creer en sus promesas, en su interior comprende que, por diferentes motivos y circunstancias, estas promesas son de muy difícil concreción.
Entonces, por causas opuestas, ambas ideologías efectúan promesas irrealizables y ambos candidatos a sabiendas engañan a sus seguidores.

¿El idealismo y pragmatismo van en retirada?
El siglo XXI nos presenta un nuevo desafío, que es la e-democracia, una forma de democracia participativa que, asociada al impacto de la tecnología en la administración y participación de la ciudadanía, da lugar a una nueva forma de gobierno.
La digitalización y el derecho de acceso a documentos aumenta la transparencia y el conocimiento de las actividades políticas, con calidad de participación y responsabilidad en los ciudadanos, impactando directamente en la relación entre los habitantes y sus representantes electos, que pueden conectarse con su base electoral para conocer sus preferencias y evaluar las opciones políticas que se tomarán al momento de emitir su voto legislativo.

Alfabetización Tecnológica
Por supuesto que será necesario una pronta y efectiva alfabetización tecnológica, para dar lugar a la mayor cantidad de ciudadanos a la e-democracia, para que todos y cada uno pueda presentar y/o debatir ideas. Hoy existe una gran cantidad de subrepresentados, que políticamente están ausentes de las plataformas democráticas, a los que los partidos políticos tradicionales buscan ocultar para retardar el impacto político.

Nuevos conceptos
Junto a la e-democracia nacen varias formas tecnológicas de gobierno, como e-derecho, e-voto, e-participación, creando un potencial para mejorar la relación de los ciudadanos digitales con grandes ventajas en el impacto de sus democracias. Por supuesto que aún existen vacíos teóricos y empíricos que se analizan en proyectos presentados en Italia, Francia, Suecia y el Reino Unido, donde priorizan la perspectiva del usuario, en lugar de las visiones de los políticos y técnicos, para abordar los estándares de calidad democrática, equilibrando el debate en beneficio de la ciudadanía.
Dentro de la idea de e-participación, incluye el intercambio, la discusión, el debate, el reconocimiento y, con suerte, pero no necesariamente el acuerdo, comprendiendo que, si bien esa búsqueda termina en lo colectivo, comienza en lo personal, apoyado en la investigación, el aprendizaje y la reflexión.
Por eso Internet debe ser un espacio abierto y libre, sin censura ni coerción, con privacidad de la comunicación, incluido el cifrado accesible, donde existan formas de verificar la precisión de la información y soluciones al problema de las noticias falsas.

Nuevos Desafíos
Seguramente surgirán un conjunto de nuevos desafíos que reemplace a los desafíos que resolverán los técnicos, políticos y ciudadanos especializados, para ello deben mantener una posición abierta y flexible mientras exploran el futuro de la democracia electrónica.
Uno de los nuevos desafíos es la contribución de la Inteligencia Artificial, que algunos ven como un enemigo de la e-democracia pero que, con el enfoque correcto puede transformarse en un avatar personal, que negocie los intereses políticos, de cada ciudadano de acuerdo con la información previa suministrada por él.
La tecnología cambio nuestras vidas, es hora que nos ayude a cambiar a nuestra sociedad y sus gobernantes.

 

 

End of bipartisanship…
Most democratic countries are characterized by being bipartisan, but citizens know that, when voting, both parties are the two sides of the same coin… a pragmatic leader knows that, in order to “manipulate” his followers, he must do promises that can never be fulfilled, and an idealistic leader despite believing in his promises, deep down understands that, for different reasons and circumstances, these promises are very difficult to achieve.
So, for opposite reasons, both ideologies make unrealizable promises and both candidates knowingly mislead their supporters.

Are idealism and pragmatism in retreat?
The 21st century presents us with a new challenge, which is e-democracy, a form of participatory democracy that, associated with the impact of technology on the administration and participation of citizens, gives rise to a new form of government.
Digitization and the right of access to documents increases transparency and knowledge of political activities, with quality of participation and responsibility in citizens, directly impacting the relationship between the inhabitants and their elected representatives, who can connect with their electoral base. to know your preferences and evaluate the political options that will be taken when casting your legislative vote.

Technological Literacy
Of course, a prompt and effective technological literacy will be necessary, to give rise to the greatest number of citizens to e-democracy, so that each and every one can present and/or debate ideas. Today there is a large number of underrepresented people, who are politically absent from democratic platforms, whom the traditional political parties seek to hide in order to delay the political impact.

New concepts
Together with e-democracy, several technological forms of government are born, such as e-law, e-voting, e-participation, creating a potential to improve the relationship of digital citizens with great advantages in the impact of their democracies. Of course, there are still theoretical and empirical gaps that are analyzed in projects presented in Italy, France, Sweden and the United Kingdom, where they prioritize the user’s perspective, instead of the visions of politicians and technicians, to address quality standards. democratic, balancing the debate for the benefit of the citizenry.
Within the idea of ​​e-participation, it includes exchange, discussion, debate, recognition and, hopefully, but not necessarily agreement, understanding that, although this search ends in the collective, it begins in the personal, supported in research, learning and reflection.
That is why the Internet must be an open and free space, without censorship or coercion, with communication privacy, including accessible encryption, where there are ways to verify the accuracy of information and solutions to the problem of fake news.

New challenges
Surely a set of new challenges will arise to replace the challenges that technicians, politicians and specialized citizens will solve, for this they must maintain an open and flexible position while exploring the future of electronic democracy.
One of the new challenges is the contribution of Artificial Intelligence, which some see as an enemy of e-democracy but which, with the right approach, can be transformed into a personal avatar, negotiating the political interests, of each citizen according to the prior information provided by him.
Technology changed our lives, it’s time to help us change our society and its rulers.