¿Cómo se inspiró Mario Puzo para escribir ‘El Padrino’?

¿Cómo se inspiró Mario Puzo para escribir ‘El Padrino’?

Te contamos la historia sobre la inspiración de Mario Puzo, la cual le dio para escribir ‘El padrino’.

El Padrino es una de las películas más influyentes del siglo XX y de la historia del cine. Pero la adaptación cinematográfica de Francis Ford Coppola se debe en gran parte a la novela escrita por Mario Puzo, quien también fungió como guionista de la adaptación cinematográfica.
El padrino relata la crónica de la ascensión y caída de la familia Corleone, y la trilogía de películas se ha ganado la consideración de ser una de las mejores de la historia del cine.
El 24 de marzo de 1972 se estreno la película y a 50 años vemos en retrospectiva una obra completamente vanguardista y que se puede seguir disfrutando sin problemas, gracias al gran trabajo de Puzo.

¿En qué se inspiró Mario Puzo para ‘El padrino’?
Cualquiera podría pensar que Puzo, de ascendencia italiana, probablemente era un apasionado por temas como el de la famosa mafia italiana o cosas por el estilo, de modo que conociera perfectamente el asunto e hiciera una de las novelas más importantes del género.
Sin embargo, la cosa no fue tanto por ahí. De acuerdo con National Geographic, nació en 1920 en una marginal zona de Manhattan en Nueva York; sin embargo, tampoco tuvo contacto con el mundo en la oscuridad, sino que se dedicó a sus estudios, y tras la Segunda Guerra Mundial, se graduó como escritor por la Universidad de Columbia.
En 1955 publicó su primera obra, La arena sucia y posteriormente llegaron obras como La Mamma (1965) o Seis tumbas en Múnich (1967). Pese a las buenas críticas, las ventas no se daban y la editorial le pidió que hiciera algo antes de que perdiera su trabajo.
Fue así como comenzó con una nueva obra, que se basaba en cosas de las que sabía de Manhattan, archivos e información de mafiosos y un poco de imaginación. Y aunque no gustó a su editorial, no se quedó de brazos cruzados y comenzó a buscar por dónde darle salida, y no sería menos que G. P. Putnam’s Son, una de las más importantes en la época, la que le daría la oportunidad.
Sin embargo, Puzo no estaba muy convencido del trabajo, inicialmente llamado La mafia y se fue de viaje a Europa con su familia. De regreso, lo recibieron con la noticia de que habían pagado más de 400 mil dólares por su obra, se publicaría con el nombre de El padrino y que estudios de Hollywood disputaban una adaptación al cine, que finalmente realizaría Paramount Pictures con estreno en 1972.
Curiosamente: Puzo escribió el libro en un acto desesperado donde necesitaba dinero y terminó siendo un escritor que marcó una época en la literatura y el cine. Murió en 1999 y hasta hoy en día se honra su gran historia, de la cual nunca estuvo tan convencido y se arrepintió de no haber escrito mejor.

Así fue el encuentro real entre la mafia italiana y la producción de ‘El Padrino’
‘El Padrino’ es considerada una de las grandes películas clásicas del cine estadounidense y cumple 50 años este 14 de marzo. Reinventó forma de contar historias de la mafia y puso la ‘vara muy alta’ para todas las películas de su tipo. Esta película referente en el cine está llena de curiosidades y anécdotas. Una de ellas fue el acuerdo que un productor cerró con la mafia italiana para evitar boicots a la película.
Se cuenta que a Robert Evans, jefe de producción de Paramount, se le heló la sangre al escuchar a un hombre al otro lado del teléfono que lo amenazó para no hacer la película.
Ese fue sólo uno de los escalofriantes intentos de echar por tierra la icónica película de Francis Ford Coppola basada en la novela de Mario Puzo de 1969 sobre la familia Corleone.
Sin embargo, se dice que la mafia terminó apoyando el proyecto después de que un padrino de la vida real le hiciera al productor una oferta que no pudo rechazar.
Esto hizo que la película protagonizada por Marlon Brando y Al Pacino reflejara una autenticidad que la convirtió en un éxito colosal.
Pero vayamos por el principio. Paramount siempre quiso que ‘El Padrino’ fuera dirigida por un italoamericano. El elegido fue Francis Ford Coppola.
A medida que la película empezaba a tomar forma, el jefe de la familia criminal más poderosa de Nueva York comenzó a interesarse por ella.
Joseph Colombo, jefe de una de las cinco familias de la mafia en Nueva York, también fue el fundador de la Liga Italoamericana de Derechos Civiles, una organización de 45 mil miembros que se propuso mejorar la imagen de los italoamericanos.
No quería que Paramount arrojara luz sobre el tema y utilizó a la Liga para enfrentar al estudio. Al principio hubo amenazas sobre cuestiones laborales. Un ejecutor llegó a Hollywood ofreciendo a Paramount un millón de dólares para desechar el proyecto.
También se sabe trabajadores relacionados con la película amenazaron con ir a la huelga, desaparecieron misteriosamente equipos costosos y los buscadores de localizaciones en un barrio de Nueva York se encontraron con que la gente no estaba dispuesta a cooperar.
Luego llegó la siniestra llamada telefónica al jefe de producción de Paramount, Robert Evans, amenazándolo a él, a su esposa y a su bebé. Cuando las amenazas llegaron al productor Al Ruddy, no tuvo otra opción que reunirse con Colombo.

La oferta que no
pudo rechazar
A principios de 1971, Ruddy aceptó con cautela una reunión con Colombo. El mafioso le entregó su “oferta”: eliminar la palabra ‘mafia’ del guión, omitir toda referencia directa a la ‘Cosa Nostra’ y permitir que auténticos miembros de la mafia colaboraran en el rodaje.
Así, la palabra mafia salió y entraron algunos de los ‘socios’ de Colombo como extras en la película. Coppola se empeñó en ignorarlos, pero se dice que los mafiosos estaban cautivados, tomando cafés, ajustando sus corbatas y ofreciendo consejos.
Y como parte del trato, Ruddy prometió donar los beneficios del estreno a la Liga Italoamericana de Derechos Civiles de Colombo.

Share