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Atentos a la Palabrería de la Reforma Migratoria

Ken McIntyre

¿Está volviendo a salir la reforma de la inmigración del baúl de los recuerdos?
Durante Acción de Gracias, tanto el presidente Obama como el vocero de la Cámara de Representantes, John Boehner (R-OH), han indicado que el asunto (o sea la amnistía, aunque con otro nombre) sigue vivo en el Capitolio.
Obama comentó la semana pasada que los defensores de una amnistía deberían estar “agradecidos” por el respaldo manifiesto de Boehner a la reforma de la inmigración y provocó risas al comparar tan complicado asunto con un pavo al que se podría trocear.
“Es Acción de Gracias. Podemos trinchar esta ave en múltiples trozos”, bromeó Obama.

Pero en realidad la
metáfora no sirve.
Debe haber sido el espíritu de estas fechas lo que hizo que Boehner elogiara a Obama a principios de noviembre por su repentina disposición (en medio del desastre de otra solución “integral”, Obamacare) a contemplar un proceso “parte por parte” de la reforma de la inmigración.
“El pueblo americano es escéptico de proyectos de ley extensos e integrales y, francamente, debería serlo”, comentó Boehner a los periodistas. “El único modo de garantizar que la reforma de la inmigración funcione esta vez es abordar los temas complicados paso a paso”.
Pero aunque todas estas palabras suenen bien, al final el ave no se trincharía en realidad. La Cámara y el Senado acabarían teniendo que reunirse y ahí es donde probablemente los progresistas volverían a unir los trozos, añadirían algunos más y tratarían de rellenar este pavo absolutamente monstruoso (incluida una amnistía para millones de inmigrantes ilegales) y nos lo harían tragar.
Pero en este momento los americanos recelan de las promesas de Washington. Han aprendido por las malas que tienen que estar pendientes de lo que hace este presidente y no de lo que dice. Al fin y al cabo, ha incumplido sus promesas sobre Obamacare y ha actuado a espaldas del Congreso para aplazar o dispensar de apartados de la ley de atención médica. Y se ha mostrado más que dispuesto a desafiar los límites constitucionales del poder ejecutivo no sólo sobre inmigración sino también sobre muchos otros asuntos.
Los debates en torno a la inmigración se han apartado demasiado del camino de la reforma de la inmigración y la seguridad fronteriza por el que debería estar transitando este país. Ese camino existe y no lleva hacia nuevas promesas rotas.

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