Viva la Madre “Patria”

En México, la madre es, sin duda alguna, la esencia de todo. Las mujeres son mayoría en México. 54,855.231 hombres y 57,481.307 mujeres, esto es, 48.8% de personas de sexo masculino y 51.2% del sexo femenino. Las mujeres forman parte de lo único sagrado junto a la bandera y la Virgen de Guadalupe, que tiene un mexicano.
Por ello, un día como hoy, el día que celebramos nuestra independencia, me parece que la mejor forma de hacerlo es recordar que la Patria es mujer y hacer conciencia de que cuando gritemos ¡Viva México! no estaremos solo haciendo referencia a todos los temas femeninos como las madres solteras, el abuso, la violencia de género y la injustica que significa pagarles menos, sino estaremos enfrentado que a lo mejor, el país no es mejor de lo que debería y podría ser porque empezamos por hacer tramas en el origen.
Según la Encuesta ENDIREH Por cada 100 mujeres de 15 años y más que han tenido pareja o esposo, 47 han vivido situaciones de violencia emocional, económica, física o sexual durante su actual o última relación”. ¿Puede aceptarse?
Según la misma Encuesta “las agresiones experimentadas por las mujeres son las de carácter emocional: 43.1% ha vivido, al menos una vez, a lo largo de su relación, insultos, amenazas, humillaciones u otras ofensas de tipo psicológico o emocional”.
En la Encuesta se añade: “cerca de la mitad de todas las mujeres actualmente casadas o unidas han vivido agresiones por su pareja o esposo al menos una vez a lo largo de su vida en común (44.8%). El 10% de las mujeres casadas o unidas que ha tenido dos o más uniones o matrimonios, son las más agredidas por sus actuales parejas o esposos”. ¿Celos? ¿Memoria resentida? ¿Querer ser el único?
Inconsecuente que sólo el 25% de las mujeres casadas o unidas –‘desunidas’, denunciaron los hechos ante alguna autoridad en busca de apoyo”.
Sin embargo, en la política jugamos a que es necesario reconocerles el derecho de todo y a todo, como si esto fuera necesario para lograr la igualdad de género. Por eso reflexiono: ¿quién le quitó sus derechos a las mujeres? Que hay que darles su lugar… ¿y quién lo impide? Que hay que meterlas en las listas… ¿pues quién las sacó?
Que a las trabajadoras por ser mujeres se les paga menos que a los hombres (por muy inútiles que seamos los hombres), sí es un tema que hay que regular.
Que en el Metro les hacemos vagones para que no sean estrujadas, maltratadas y violentadas en su cuerpo y sobre todo en su sensibilidad por el hecho de pertenecer al género femenino, es un aspecto que no significa igualdad.
Por ello, un día como hoy, el día que celebramos nuestra independencia, me parece que la mejor forma de hacerlo es recordar que la Patria es mujer y hacer conciencia de que cuando gritemos ¡Viva México! no estaremos solo haciendo referencia a todos los temas femeninos como las madres solteras, el abuso, la violencia de género y la injustica que significa pagarles menos, sino estaremos enfrentado que a lo mejor, el país no es mejor de lo que debería y podría ser porque empezamos por hacer tramas en el origen.
“¿Quieres que comparemos, sin más, el nivel de homicidios y, por tanto, de violencia con los datos sobre las mujeres maltratadas?”.
De pronto viene a mi mente el verso de “La princesa está triste” de Rubén Darío :Qué tendrá la princesa? / Los suspiros se escapan de su boca de fresa, / que ha perdido la risa, que ha perdido el color. / La princesa está pálida en su silla de oro, / está mudo el techado en su clave sonora, / en un vaso, olvidada, / se desmaya una flor”. “La princesa está triste”. Tiene recursos para todo, pero Rubén Darío no lo sabía.
En este día conmemorativo de la gesta de la independencia, habría que resignificar a John Stuart Mill fue, valeroso en su tiempo, un defensor de la mujer, escribió dos libros de ruptura sobre la libertad y la esclavitud de la mujer que fueron, en su tiempo, el acceso y el tránsito a otra edad política y cultural y criticó severamente a los revolucionarios franceses que el 26 de agosto de 1789 aprobaron la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano de ninguna manera incluyeron, en ella, a la mujer.
La memoria, hecha de olvidos y elusiones, me permite, en este día, hacer el elogio a Olympia de Gouges redactó, en 1793, la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana fue conducida a la guillotina, por “subversiva”, no sin antes cosificarla con toda clase de vituperios. No se libró de ser tratada como prostituta y se hicieron libelos contra ella diciendo que “se bañaba desnuda” todos los días. Pecado.
Duro ascenso del hombre hacia la humanidad, imposible sin la mujer, pero que Olympia de Gouges conmemoró en el patíbulo declarándose, allí, revolucionaria y republicana.

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