Incluya a los Niños en la Preparación del Pavo del Día de Acción de Gracias

STOCKTON-(UC)— El cariño de familiares y amistades y la oportunidad de disfrutar de su compañía son razones para sentir gozo y agradecimiento el Día de Acción de Gracias. Si la comida o cena será en su hogar, aproveche la oportunidad para incluir a los niños en la preparación y enseñarles cómo mostrar agradecimiento cocinando para la familia y cómo mantener la salubridad de los alimentos que servirán a los invitados.

“Si compra el pavo con anticipación, puede comprar uno congelado”, apunta Anna Martin, consejera en nutrición y asuntos de la familia y del consumidor de Extensión Cooperativa de la Universidad de California. “Si lo compra uno o dos días antes de prepararlo, puede comprar uno fresco sin correr riesgo”.

El pavo congelado debe ser descongelado antes de asarlo. Observa Martin que hay tres maneras que no presentan ningún riesgo para descongelar el pavo:

• En el refrigerador: Requiere 24 horas por cada cinco libras de pavo para quedar descongelado.

• En agua fría: Requiere de 30 minutos por libra y debe cambiar el agua cada 30 minutos.

• En el horno de microondas: Siga las instrucciones del fabricante del horno y prepárese para cocinar el pavo inmediatamente después de descongelarlo ya que algunas partes del pavo pueden calentarse mientras se descongelan en el horno de microondas.

“Todas las personas involucradas en preparar el pavo y el resto de la comida debe iniciar su participación con las manos limpias”, advierte Martin. “Después de lavarse las manos, los niños pueden ayudar a reunir las cacerolas y utensilios necesarios y a traer alimentos del refrigerador a la mesa o mostrador. Es también el momento de asegurarse que todas las superficies de trabajo, platos y utensilios estén completamente limpios”, agrega.

Los niños pueden también ayudar a preparar una ensalada de verduras o untarle mantequilla a los panecillos. Asegúrese de mantener estos alimentos apartados del pavo crudo para evitar contaminarlos de las bacterias que pudiera contener el pavo crudo.

La manera más adecuada de cocer el relleno para el pavo es en un recipiente aparte, no dentro del pavo. Hornee el relleno a una temperatura mínima de 325º F hasta que un termómetro para alimentos registre una temperatura de 165º F en el interior del relleno.

Si decide hornear el relleno dentro del pavo, revise la temperatura tanto del pavo como del relleno. Ase el pavo hasta que la temperatura del relleno ascienda a por lo menos 165º F. No saque el pavo del horno antes de que la temperatura del relleno llegue a los 165º F.

Asegúrese que la temperatura del horno sea de por lo menos 325º F, pues una temperatura lo suficientemente alta es la única manera de matar las bacterias que puedan haber en el pavo. Por eso no es recomendable asar el pavo toda la noche a temperatura baja.

La temperatura interna de un pavo entero debe llegar a 180º F en la parte más profunda del muslo. Si el pavo ya viene con un indicador de temperatura (pop-up), la especialista recomienda que se use además un termómetro para alimentos para revisar la temperatura del pavo en varios lugares.

El uso del termómetro para alimentos es lo suficientemente sencillo que los niños pueden participar en esa tarea. Coloque usted el termómetro en el pavo y los niños pueden leer la temperatura. Asegúrese de poner el pavo en alguna superficie en la cocina de manera que nadie vaya a quemarse.

Invierta el tiempo necesario en instruir a los niños acerca de la salubridad de los alimentos y las muchas maneras en que pueden contribuir a conservar los alimentos en buen estado. Comprenderán así que parte del cariño que se muestra al cocinar platillos para compartir con nuestros seres queridos es tomar las precauciones necesarias para cuidar no sólo de su paladar sino también de su salud. ¡Feliz Día de Acción de Gracias!

Share