Escapándose de la Boda

Definitivamente, el hombre piensa muy diferente a la mujer. Aunque así lo crean, ambos no planean igual, tampoco sienten de la misma forma, ni tampoco son felices ante situaciones similares. Ninguno de los dos se ha querido dar cuenta que están formados con programas desiguales, tanto en el aspecto físico, como mental, pero sobre todo en lo emocional.
La palabra “compromiso” lo mismo que “matrimonio” y “boda” tienen un significado muy diferente para cada integrante de la relación. La mujer puede estar muy segura de su significado, pero el hombre las tiene ubicadas en un espacio vacío de su cerebro. Es decir, las tiene consideradas como algo nebuloso y muy a futuro, y del cual puede evadirse con cualquier pretexto. Esto podría sorprender a la novia que espera la formalidad y seguridad del compromiso.
El compromiso matrimonial y la boda, son fantasías de la parte femenina, y no una necesidad o urgencia masculina. Es muy común que el hombre se sienta obligado al matrimonio tanto civil como religioso y que esto le cause mucho estrés y confusiones, simplemente porque no estaba escrito dentro de sus programas cerebrales. Y en el último momento, ante el estupor de la novia, cancela la boda alegando desconcierto e inseguridad.
Esto, que parece de película, es el pan de cada día dentro de las relaciones de “mari-novios” Es decir, de una pareja que empezó teniendo relaciones sexuales, pero al cabo de los meses o los años, a ella le inquieta formalizar la unión. Pueden haber vivido cada quien en su casa o en su propio departamento, y haber compartido gastos, haber hecho planes de común acuerdo, y tener todo preparado para la boda, pero en el último momento, el varón se siente abrumado por el peso de la realidad y decide huir para pensarlo bien antes que ser atrapado.
Este imprevisto toma a la novia por sorpresa, y se derrumba en un doloroso duelo que puede durarle toda su vida, a menos que acuda a sesiones de terapias sentimentales que le liberen de la agonía. Pero por lo regular, comete el error de buscar un substituto para darse “otra oportunidad”, y lo más probable es que vuelva a cometer la misma equivocación. ¿Por qué le sucedió esto?
Las causas más probables pudieran ser las siguientes: Hay diferencias en la maduración, tomó al hombre como un proyecto a modificar, le facilitó la vida sexual al compañero, pensó que el amor era suficiente, creyó que tenía el control de la situación, pasaba el tiempo y él no se definía, ella tenía encima la presión social y familiar, el “qué dirán” le preocupaba en extremo, etc.
La boda y el vestido blanco son una fantasía femenina, en cambio un hombre a sus 26 años, piensa como ella lo hizo a sus 16. Él todavía anda pensando en el futbol, las fiestas, los amigos, conocer nuevas chicas, etc., pero jamás en casarse, tal como ella lo espera. Pero para asegurar su futuro, ella lo toma como “su proyecto” para hacerlo crecer y comprometerlo en sus planes de boda. Eso incluye el empezar a vivir juntos, relaciones sexuales, compran casa, carro, muebles y más. Pero para el hombre el sexo es como tomarse una tasa de café en una buena compañía.
Las jóvenes no toman en cuenta que la mujer es de 10 a 15 años más evolucionada emocionalmente que el hombre. Además, ellas maduran de 3 a 6 años más con cada hijo. Por lo tanto el mari-novio de 26 andará buscando jovencitas de 16 a 19, olvidándose del compromiso y dejando a la novia confundida y destrozada después de varios años de relaciones sexuales.
El hombre madura muy lentamente en el terreno emocional, por lo tanto siempre se considera soltero y el significado de matrimonio le es tan lejano como de la Tierra a la Luna. Desde luego que existen sus muy rara y respetables excepciones, pero para ellas siempre será un gran riesgo, porque jugar a los mari-novios es como jugar a la ruleta rusa.
Es urgente que las parejas tomen en Curso Creciendo Juntos que ofrece la Clínica de Psynética, que les ayudara a poner de acuerdo sus mentes, enterarse de la psicología de su Pareja y ubicarse en la realidad. Porque hagan lo que hagan, ella nunca lo podrá ayudarlo a madurar sin ayuda profesional. Hablar no es comunicar, comunicar no es comprender, comprender no es acordar, acordar no es comprometerse, comprometerse no es cumplir, CUMPLIR LO ES TODO.

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