El Narrador, la voz de TU historia…

El Narrador, la voz de TU historia…

Como escribir un libro – parte XI

Qué es? o ¿Quién es? o ¿Cómo es?
Antes del siglo XV, era los juglares que recorrían los pueblos, narrando las historias y noticias que interesaban a los pobladores, ya que los libros eran, únicamente, para los reyes y clérigos, recién a partir de Gutenberg y su imprenta, las historias comenzaron a volcarse masivamente al papel, siendo los libros quienes “transportaban”, de mano en mano los relatos de interés, entonces aquel juglar o narrador verbal, se transformó en ese narrador escrito.
Desde “En un lugar de la Mancha…” vemos que el nexo entre la historia y el lector es el narrador, porque un buen narrador es el “confidente” del lector, es quien le relata “al oído” los secreto y las acciones de los personajes, es quien le describe los escenarios y los ropajes, es quien lo sitúa en la época y circunstancias, en otras palabras el narrador es el alma de la historia, porque la relata desde su punto de vista concreto, con su enfoque, su ángulo y su tono de voz determinado.
El narrador ayuda al lector a construir la historia, él describe los personajes, ambientes y situaciones, transmite emociones, comentarios, crea opiniones, dosifica la información, para desarrollar el suspenso, la intriga o anunciar los diálogos.

¿Qué tipos de narrador hay?
Existen usualmente cinco tipos
de narradores…
1. Narrador omnisciente. Es el más común, pero a su vez se puede separar en dos:
El narrador omnisciencia inherente, que tiene la capacidad de saber todo lo que el lector desee saber y el narrador omnisciencia total, que efectivamente saber todo lo que se puede saber, sin importar los deseos del lector. En ambos casos es uno de los posibles roles que puede asumir el narrador de una historia, un narrador omnisciente suele escribir en tercera persona, describir sucesos simultáneos, pensamientos, sentimientos de los personajes e información aún no conocida, todo lo cual no sería del conocimiento de los personajes de la historia.
2. Narrador equisciente. También es un narrador en tercera persona, que puede parecer en un principio omnisciente, pero en realidad, se trata del narrador de un solo personaje de la historia, porque sólo conocerá los pensamientos y motivaciones del personaje al que sigue, mientras que de los otros personajes sólo sabe lo que puede ver o percibir ese personaje. Sin embargo, a diferencia de un narrador en primera persona, el narrador equisciente también puede aportarnos cierta información que el personaje desconoce o describirlo desde un punto de vista externo a sí mismo.
3. Narrador informativo: Se limita a narrar los hechos tal y como se ven o se oyen, en tercera persona, tiene un estilo de informe periodístico, es un relator sin opinión, neutral, solo comenta lo que ve, como quien relata una fotografía o un video, puede ser útil en tramos de la historia, pero resulta muy aburrido para el lector sino le agregamos acción al relato.
4. Narrador testigo: Es el que espía la historia, se trata pues de un narrador que nos cuenta la historia en primera o tercera persona, porque él no es el protagonista, pero está muy cerca de los acontecimientos, por eso tiene un punto de vista concreto, ya que los ha presenciado. Es siempre un personaje que observa la escena y la relata haciendo pocas alusiones a sí mismo, aunque esta implicado en la historia, de manera más o menos directa.
5. Narrador protagonista: en este caso el lector es el protagonista, por eso el narrador tiene que conseguir el efecto de que, los acontecimientos de la historia, los protagonice directamente el lector, donde la carga psicológica, al escribir con este tipo de narrador, es muy importante, asumiendo el rol en forma total, el narrador tiene que describir bien lo que ocurre, para que el lector se visualice a sí mismo en medio de la escena, intuyendo las reacciones del lector, para poder adaptarse a sus emociones y pensamientos, de otra manera, el lector se sentirá perdido, para que esto no ocurra, el narrador tendrá que lograr que el lector se emocione, a través de la descripción y de los acontecimientos, logrando, incluso, que si el protagonista llora o ríe, también lo haga el lector, sin necesidad de explicación por parte del autor.

¿Cómo dosifica la información
el narrador?
Este punto es muy importante ya que de él, depende el interés que tome el lector por la historia.
– El narrador puede ser un visionario, que anticipa los acontecimientos que están por ocurrir, advirtiendo al lector de los próximos sucesos.
– El narrador puede seleccionar lo que cuenta y lo que omite, porque resulta más sugerente no contarlo todo, suponiendo que el lector no deba saber aún ciertos hechos…
– El narrador debe elegir los momentos apropiados para mostrar la información, ofreciéndosela poco a poco, al lector para crear suspenso y misterio.
– El escritor debe tomar en cuenta que el lector es su socio y su contrincante, es decir, que el lector competirá al “adivinar” lo que el narrador no le cuenta, tratando de adelantarse al personaje, tratando de encontrar el final de la historia antes que esta termine, el objetivo del autor es que esto no ocurra, sino el lector habrá vencido y abandonara la lectura…

¿Cómo se elige el narrador adecuado?
La mayor duda de todos los escritores, noveles y nobeles, es la elección del narrador adecuado, ya que este error podría destruir la mejor historia, por supuesto que esta pregunta debe surgir antes de comenzar a escribir el relato, antes de sentarte debes preguntarte: ¿Cuál es el mejor relator que se adapta a la historia que tienes en la cabeza?.
En verdad no existe una respuesta o formula exacta para tomar esta decisión, porque dependiendo cual elijas cambiara el sentido de tu historia, por ejemplo en “Crónica de una muerte anunciada”, el genial colombiano Gabriel García Márquez, incluye una serie de relatores de la misma historia, donde cada uno da su visión del mismo hecho, dejando en el lector la percepción de la realidad, en el caso de Sherlock Holmes del británico Sir Arthur Conan Doyle, la mayoría de las historias son narradas por su amigo y biógrafo, el Dr. Watson, en carácter de testigo y a veces protagonista.
Lo importante a la hora de elegir un narrador determinado es tener claro qué deseas transmitir, cómo quieres contarlo y las sensaciones que pretendes crear en el lector.
Piensa que no resultaría igual la historia del Quijote relatada por Rocinante… aunque sería un excelente ejercicio de imaginación…
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Hasta la próxima semana.

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