¿Apoyaban los Padres Fundadores el capitalismo de libre mercado?
El capitalismo de libre mercado está perdiendo seguidores estos días. Los manifestantes del movimiento Ocupar Wall Street culpan a bancos y empresas financieras así como a Wall Street por la mala economía. El presidente Obama se burla de los mercados libres, al más puro estilo del hombre de paja, pintándolos como una economía del “sálvese quién pueda” y “con licencia para quitarle lo que uno quiera a todo aquel al que uno se lo pueda quitar”. Incluso algún que otro candidato presidencial republicano ha arremetido contra el capitalismo.
¿Y qué decían los Fundadores? ¿Qué es lo que pensaban del capitalismo de libre mercado?
Aunque el término capitalismo apenas si estaba en uso en el momento de la Fundación, los Padres Fundadores apoyaban el principio de libertad económica subyacente. Los Fundadores entendían que los derechos de propiedad y el libre mercado son elementos constitutivos de lo que significa ser libre. Por lo tanto, creían que el gobierno tiene la responsabilidad de proteger los derechos de todos a participar en la economía mediante la protección de los contratos, la retirada de barreras artificiales al comercio y la protección del derecho a adquirir, poseer y utilizar libremente la propiedad.
No obstante, los Fundadores no abogaron por un total “laissez-faire” de la política económica, ya que entendían que el gobierno tenía un papel que desempeñar un papel, aunque limitado, regulando la economía. Por ejemplo, en el momento de la fundación, el gobierno inspeccionaba mercancías importadas a Estados Unidos y creó sistemas de licencias para determinadas profesiones, como la medicina, que eran esenciales para la salud pública y la seguridad. Tales regulaciones fortalecen una economía de libre mercado mediante la protección de los consumidores contra el fraude y al expandir la oportunidad para que todos participen en el mercado, garantizando la fiabilidad de bienes y servicios.
La defensa de los Fundadores de una regulación limitada que llevaran a cabo los representantes elegidos por el pueblo está muy lejos de la práctica reguladora progresista de amplio espectro preparada por burócratas no electos y sin obligación de responder por ella.
