Frases como “no confías en mí” o “me estás espiando” por parte de las hijas o hijos adolescentes, implican la necesidad de madres y padres por reconocer que existe un cambio en el comportamiento, humor, relaciones, rendimiento escolar y hábitos de la juventud en su progenie.
Preguntas y respuestas con excesivo recelo del adolescente puede ser una llamada de atención, si además se conjuga con sospechas sobre abuso de alcohol.
En México cerca de tres millones de adolescentes tienen problemas de alcoholismo o de abuso en el consumo y cada vez se inician a edades mas tempranas.
Las mujeres consumen cada vez mayores cantidades de alcohol, particularmente las adolescentes.
Primero indicios
Los últimos años de la escuela primaria son un momento crucial en el que se puede influir en las decisiones de los niños sobre el consumo de alcohol. A esa edad suele encantarles aprender datos, sobre todo acerca de temas desconocidos y están ansiosos por entender cómo funcionan las cosas.
No obstante, la adolescencia es un periodo especialmente vulnerable para el consumo excesivo de alcohol, ya que aumenta la independencia de madres y padres y se imitan actitudes y comportamientos de las personas adultas en su alrededor.
Carlos Rodríguez Ajenjo, secretario técnico del Consejo Nacional Contra las Adicciones (Conadic), reconoce que el problema de abuso en el consumo de alcohol entre los jóvenes es realmente preocupante, ya no sólo por los efectos dañinos, a veces irreversibles, que se provoca al sistema cerebral y hepático, sino a la relación que tiene, como primera causa de muerte, por accidentes automovilísticos, riñas, suicidios y homicidios.
El adolescente también tiende a intentar “romper las reglas” establecidas e ir en contra de los padres, a veces lo hace usando alcohol de forma excesiva y peligrosa.
Muchas veces inciden los problemas familiares en la existencia del alcoholismo: (malas relaciones dentro de la familia), sociales (necesidad de pertenecer a un grupo de iguales), escolares (problemas en la escuela que les llevan a beber para escapar de la realidad).
En la adolescencia, los jóvenes ya deberían conocer las consecuencias de consumir alcohol y el consumo de sustancias. Por ello es importante estar al pendiente.
Factores de
riesgo en la familia
-Los adolescentes tienen más probabilidades de caer en comportamientos de riesgo, y su necesidad creciente de independencia puede hacer que quieran desafiar los deseos o instrucciones de sus progenitores.
-La ciencia ha identificado algunos criterios de riesgo en el alcoholismo entre jóvenes, tales como:
-Ambientes familiares caóticos o con abuso de alcohol o drogas en madres o padres, y/o con un trastorno psiquiátrico
-Problemas serios en la educación de menores por presentar temperamentos difíciles o problemas de conducta
-Falta de vínculo afectivo entre hijas/hijos y madres/padres y falta de cariño
-Factores de riesgo en el colegio
-La curiosidad o la necesidad de pertenencia a un grupo pueden llevar al joven a iniciarse en el consumo del alcohol, así como el fracaso en la escuela e incluso hasta la presión social que viven a partir de los embates publicitarios.
-Sin embargo, es menester tomar en cuenta otros factores de riesgo que se presentan en esta etapa:
-Comportamiento excesivamente tímido o agresivo en clase.
-Incapacidad para manejar situaciones adversas (no saber decir no).
-Tener amistades con personas de su edad que tienen problemas de conducta o legales.
-Consentimiento implícito o tolerancia al uso de alcohol en el colegio, con las y los amigos, o la comunidad.
-Disponibilidad y tolerancia al uso de alcohol en el barrio, la creencia de que el uso de alcohol es inofensivo, aumenta el número de jóvenes que empiezan a usarlo.
-Causas del consumo de alcohol:
-Es un modo de “ponerse alegre”
-Forma de búsqueda de afiliación, con imitación de conductas, con consumo que a veces se impone desde el propio grupo de amistades en el que se participa
-Desinhibición, superación de la vergüenza
-El consumo actuaría como un modelo de imitación y expresividad de la edad adulta
Estar pendiente
de los siguientes signos:
-El olor a alcohol
-Cambios repentinos en el estado de ánimo o la actitud
-Cambios en la asistencia a la escuela o en las calificaciones
-Pérdida de interés en la escuela, los deportes y otras actividades
-Problemas de disciplina en la escuela
-Apartarse de la familia y los amigos
-Relación con un nuevo grupo de amigos y resistencia a presentárselos a los padres
-Desaparición de alcohol en casa
-Depresión y dificultades de desarrollo
Beber en exceso y por mucho tiempo puede provocar esto…
Cuando se habla de los daños en el cuerpo por beber alcohol en exceso, lo primero que se viene a la mente son los problemas en el hígado; lo que pocas personas saben es que también podrían aparecer bultos o jorobas en él.
Así le pasó a una mujer de 64 años que ha bebido a lo largo de 40 años y tuvo que ser ingresada de emergencia a un hospital debido a que no podía respirar por la presencia de un enorme bulto en su espalda.
Los médicos determinaron que era una joroba producida por beber alcohol en exceso durante años, la cual es característica de la enfermedad de Madelung.
Una investigación del British Medical Journal explica que uno de los daños en el cuerpo por beber alcohol en exceso es la aparición de la enfermedad de Madelung, enfermedad rara caracterizada por la presencia de masas de tejido adiposo, distribuidas en cuello, nuca, tronco y hombros que afecta a personas de 30 a 60 años con historial de alcoholismo crónico.
Las personas que desconocen este padecimiento se alarman porque creen que tienen cáncer al ver los bultos en espalda o brazos.
Investigadores de la Universidad de Milan encontraron que por las características de los bultos pueden confundirse con tumores malignos, pero lo descartaron con pruebas específicas y determinaron que son tumores benignos de grasa que corresponden a la enfermedad de Madelung, padecimiento más común en hombres, asociado con alcoholismo, diabetes y desórdenes alimenticios.
Cuando las masas alcanzan tamaños importantes pueden afectar a la movilidad del cuello y brazos, así como producir disnea (dificultad para respirar) y disfagia (dificultad o imposibilidad de tragar).
La enfermedad de Madelung se suma a la lista de los daños en el cuerpo por beber alcohol en exceso, si tú bebes hazlo con moderación o algo mejor: abstente de él y evita complicaciones en tu salud.