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‘Sin papeles’ le recordó promesa a Obama

Reforma Migratoria

La inmigrante indocumentada y activista Flor Crisóstomo cumplió el 28 de enero un año de estar refugiada dentro de una iglesia en Chicago y aprovechó la ocasión para recordarle al presidente Barack Obama su promesa a los inmigrantes.

¿Cuánto más?

“Presidente Obama usted ha prometido remediar las leyes rotas y terminar la práctica de sólo enfocarse en la aplicación de las leyes de inmigración. ¿Cuánto tiempo más debemos esperar?”, cuestionó.

A juicio de la inmigrante mexicana es inaceptable que el paquete de estímulo económico incluya una cláusula que exija a las empresas y entidades públicas o privadas beneficiarias a comprometerse a utilizar el programa de verificación de identidad “E-Verify”.

“No podemos permitir esto,” dijo Crisóstomo, quien fue arrestada en 2006 junto a 25 trabajadores más de la compañía IFCO Systems durante una redada de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) en Chicago.

Crisóstomo, quien fue la única persona detenida en IFCO que no obedeció la orden de deportación después de varias audiencias y postergaciones en la corte, se acogió en enero de 2008 al ‘santuario’ de la Iglesia Metodista Adalberto.

“Espero que Obama sienta en su corazón el dolor de la separación y la deportación de las familias inmigrantes que no son criminales,” dijo la inmigrante, quien declaró que su año en el santuario ha tenido “sus altas y bajas” pero sobre todo se ha mantenido ocupada llevando su voz a otros foros que abogan por los inmigrantes.

“He crecido mucho”, resumió esta mujer de 29 años y madre de tres hijos de 11, 13 y 15 años que viven con los abuelos en México y con quien aseguró mantener contacto seguido.

También manifestó su esperanza en que Estados Unidos y México renegocien el Tratado de Libre Comercio entre ambos países.

La práctica del ‘santuario’ en Estados Unidos está relacionada con el movimiento solidario que floreció en el país en la década del 80, cuando iglesias y sinagogas daban protección a inmigrantes indocumentados, la mayoría refugiados centroamericanos que llegaban a EU escapando los horrores de la guerra civil.

Como el gobierno de entonces negaba rutinariamente las peticiones de asilo de estos inmigrantes, las organizaciones religiosas les daban refugio, como acto solidario y en protesta por las políticas de este país hacia América Central.

La iglesia Metodista Adalberto es la misma que acogió a la activista Elvira Arellano, otra mexicana indocumentada que recibió ‘santuario’ durante un largo tiempo, hasta que regresó a su país, donde hoy reside.

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