Replantear políticas públicas para hacer más exitosa a nuestras comunidades en el exterior

La concepción de México como un país norteamericano tiene apenas dos décadas, nació a partir de la idea del TLCAN, es entonces que se habla de una Unión de América del Norte, como resultado de la Asociación del comercio, inversión que se concibió como un tratado comercial y no unión económica, no obstante se negocio que dicho tratado abatiría las diferencias laborales entre ambos países, y que generaría cada vez mayor cantidad de empleos en México, lo que a su vez provocaría una disminución en la tasa de emigración; premisas que cobran actualidad en virtud de que el capital humano de la fuerza laboral en la economía del conocimiento y de la globalización es hacia donde tiene la lógica de la migración respecto a la complementariedad de mercados laborales.
El Know-How respecto a la contribución de los mexicanos en el exterior como agentes para el desarrollo, cobra especial importancia tras el anuncio del senador republicano por Texas, Ted quién anunció el lunes su campaña por la presidencia de Estados Unidos en el 2016, y que cuenta con un fuerte apoyo entre los conservadores de base y del Tea Party y que señalo entre sus propuestas migratorias duplicaría el número de visas con México, para regularizar una migración legal.
América del norte no solo es el motor de la economía mexicana, es la región de mayor concentración de connacionales de una diáspora heterogénea en el mundo, por lo que el Dialogo Económico de Alto Nivel eje central de la nueva relación México- Estados Unidos tendrá que replantear políticas públicas mexicanas que sean más asertivas respecto a la contribución del capital humano de la diáspora mexicana.
El 88% del turismo que recibe México proviene de nuestros dos principales socios comerciales.
Esta joven América del Norte está en problemas con procesos como la globalización y regionalización y el ascenso de China, la región ha perdido competitividad ante el mundo.
Instrumentos como los Mecanismos multilaterales expresados en la Cumbre de Líderes de América del Norte que dejo el ASPAN, elevan el nivel de la Agenda Norteamericana, en la que se han reunido 7 veces, sin embargo sea abandonado el proyecto de integración regional, por el enfoque de seguridad de Estados Unidos.
México debe consolidar su relación bilateral con una política ambiciosa pero realista, que contribuya a su consolidación institucional.
Con Estados Unidos lo más importante es construir mecanismos eficaces para abordar la rica agenda bilateral, así como relanzar los ya existentes y que han demostrado su utilidad como la Comisión Binacional. Los mecanismos deben responder claramente a objetivos precisos, identificados de manera bilateral al más alto nivel.
No se trata de una multitud de instancias, sino de unas pocas que puedan concentrar la atención de los principales tomadores de decisión y que funcionen adecuadamente.
La pertenencia de México como América del Norte va más allá del acento en lo comercial, facilitación de comercio, migración, infraestructura fronteriza, medio ambiente y seguridad que deben estar en los primeros planos y abordados de manera sistemática, para construir una relación políticamente más equilibrada y respetuosa.

MEXICANOS EN
EL EXTERIOR
Mexicanos en el Exterior, si bien el servicio consular se ha adecuado para atender a la población mexicana residente en el exterior, sus programas son asistenciales; sin demeritar la atención al segmento vulnerable de la población han carecido de ingenio e innovación para crear programas que hagan más exitosos a los connacionales en sus lugares de destino; refrendado con ello, un estatus de vulnerabilidad estructural y de marginación que impiden su empoderamiento, desaprovechando la estructura de organizaciones México- americanas dedicadas a la integración social hispanas, desde 2007 se suspendió la Jornada Informativa a Periodistas y Comunicadores en Estados Unidos y Canadá, como aliados estratégicos para educar y empoderar a nuestra diáspora que además de la complejidad de ser heterogénea es segregada con una política migratoria excluyente y peyorativa denominada programa “Paisano”.

LAS RELACIONES INTERNACIONALES

Las relaciones internacionales de los gobiernos locales; aunque en el discurso político se privilegia el enfoque “de unidad hacia el exterior, diversidad hacia el interior” en la práctica no aplica este unidad de principios y a pesar del creciente interés de actores no estatales como empresas trasnacionales, organizaciones no gubernamentales (ONG) y diversos grupos de interés (académicos, empresariales) interesados en la incidencia de asuntos internacionales, que se conoce como diplomacia ciudadana, han visto con desencanto la disminución en la inercia, que tiene la agenda diplomática local, misma que no ha logrado permear entre los acuerdos inter-institucionales suscritos con sus contrapartes en Estados Unidos a nivel de involucramiento de grupos de influencia (Think- Tank), que cuando se integran en alianzas público- privadas, los resultados tienden a ser favorables y significativos, como es el caso de los actuales programas de Foro Bilateral de Educación Superior para la Educación, la Ciencia (FOBESSI) y el Consejo del Emprendimiento México Estados Unidos (MUSEIC).

A estos grupos de influencia debe permear las estrategias gubernamentales que acompañadas de una estrategia adecuada de difusión entre nuestros aliados naturales que son los medios de comunicación, empoderarían a la diáspora hacer más productiva, para el diseño de programas de Educación e Inclusión Financiera, con productos financieros diseñados a Mexicanos en el Exterior a efecto de mejorar su calidad de vida en Estados Unidos y en México, por lo que es indispensable la colaboración del sector empresarial para alinear los comunes denominadores de la Agenda Internacional de gobiernos locales y federal para articular a los 33 millones de connacionales a “pensar globalmente y actuar localmente”, bajo una estrategia que sea benéfica para todos.

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