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Pasa la voz

Ana Díaz Sesma

Es común llamar a quienes tienen ceguera, sordera o parálisis, “personas con capacidades diferentes”. Sin embargo, para la Organización Mundial de la Salud (OMS), este término es inválido ya que todos tenemos capacidades diferentes, es decir, aptitudes o facilidades para determinadas actividades. Tampoco es adecuada la palabra “discapacitado”, pues como asegura el doctor Alejandro Parodi, del Centro de Rehabilitación Infantil Teletón: “La discapacidad no es un calificativo ni un atributo del ser humano, sino una condición que éste presenta”.

La OMS, preocupada por el tema de la salud a nivel mundial, sobre todo de aquellos que viven en circunstancias de mayor vulnerabilidad, se ha esforzado en la búsqueda de la terminología correcta para referirse a cada caso. Palabras como: incapacitado, deficiente, minusválido o débil mental, entre otras, además de ser peyorativas, califican y globalizan a la persona sólo por su enfermedad. Por ello, este organismo establece que la forma correcta para nombrarlos es “personas con discapacidad”, debiendo agregarse el tipo de inhabilidad, ya sea mental, intelectual, sensorial, visual, del lenguaje o motriz. Así, se está hablando de una condición del individuo, no de una cualidad única.

Alejandro Parodi comenta que aún prevalece la tendencia de calificarnos unos a otros, sobre todo a los que enfrentan algún tipo de imposibilidad física o cerebral: “Es una forma de reducir al ser humano a un objeto que puede clasificarse o tipificarse”. Para el especialista es fundamental que todos conozcamos más sobre el ser humano y la discapacidad para entender que las personas afectadas son hombres y mujeres con derechos, obligaciones y necesidades como cualquiera, capaces de adaptarse a la sociedad.

El desconocimiento y desinformación sobre la discapacidad se debe a la poca difusión; al miedo de enfrentarnos a una realidad que se vive en nuestro país, a la indiferencia porque vemos el problema como algo ajeno que nunca nos va a afectar; a la falsa creencia de que las personas con discapacidad no se pueden integrar al campo educativo, laboral o de esparcimiento y están mejor sin salir de su casa. Sin embargo, según datos del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) hay en nuestro país más de 2 millones de personas con alguna discapacidad.

Por esto, es necesario lograr un mayor nivel de conciencia en la gente, para acabar con prejuicios y estereotipos que se tienen, dejando atrás actitudes paternalistas que excluyen en vez de incluir. Un primer paso para lograrlo es usar el término correcto al expresarnos.

México ya adoptó el término de “personas con discapacidad” para estar en la misma sintonía de los convenios internacionales establecidos por la OMS, y otras instituciones preocupadas por este sector. Ahora, sólo falta que todos los mexicanos empecemos a usarlo y pasemos la voz.

“Creemos en México, ahora creamos en su gente”.

www.sermexico.org.mx

bojorge@mexicounido.org.mx

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