Hepatitis B y el Riesgo para tus Hijos

Protege el hígado de toda tu familia

La hepatitis B es una seria infección viral del hígado que se transmite a través de fluidos corporales contaminados. Por lo tanto, toda tu familia está expuesta. Existen tratamientos para quienes contraen la enfermedad y también vacunas para prevenirla. Entérate cómo puedes protegerte a ti y tus hijos contra esta grave enfermedad mortal del hígado.

¿Qué es la hepatitis B?

La hepatitis B es una seria infección viral del hígado que se transmite a través de fluidos corporales contaminados. Estos fluidos incluyen sangre, semen, secreciones vaginales y saliva. Hay un tratamiento para la hepatitis B pero no es efectivo en todas las personas. Existe una vacuna para prevenir esta seria enfermedad pero la vacuna no protege a las personas que ya tienen la infección. Si ya tienes la infección, pregúntale a tu médico sobre un tratamiento.

¿Me debo preocupar que mi hijo contraiga hepatitis B?

Aproximadamente 1.25 millones de americanos tienen el virus de la hepatitis B en su sangre, pero muchos no presentan síntomas o saben que están infectados. Las mujeres embarazadas que son portadoras del virus pueden transmitírselo a sus recién nacidos a la hora del parto.

La hepatitis B puede causar cirrosis (cicatrices en el hígado) o cáncer del hígado. Qué se debe hacer para proteger a los bebés de contraer esta enfermedad:

•Todas la mujeres embarazadas deben hacerse la prueba de la hepatitis B.

•Todos los recién nacidos deben recibir la vacuna de la hepatitis B.

Los niños que nacen de madres infectadas con el virus de la hepatitis B deben recibir una inyección de inmunoglobulina, además de la vacuna, dentro de las primeras doce horas de haber nacido. La inmunoglobulina le da al bebé protección inmediata mientras la vacuna estimula la producción de anticuerpos para prevenir la infección.

A los bebés que se adoptan en el extranjero se les debe hacer la prueba de la hepatitis B al llegar a Estados Unidos.

¿Por qué vacunar a los niños contra la hepatitis?

La American Academy of Pediatrics y los Centers for Disease Control and Prevention recomiendan que todos los niños y adolescentes (desde recién nacido hasta los 18 años) se vacunen contra la hepatitis B.

Un niño o adolescente sin vacunación puede contagiarse fácilmente si no está vacunado al entrar en contacto con sangre contaminada proveniente de una cortada o de la nariz, o al compartir objetos como cepillos de dientes, navajas de rasurar o agujas.

La vacuna de la hepatitis B se puede dar al mismo tiempo que las vacunas de difteria, pertusis, tétanos, polio, influenza, sarampión, paperas y rubéola. Por lo regular se requieren tres inyecciones. La segunda inyección se da un mes después de la primera, y la tercera inyección se da seis meses después de la primera.

La vacuna se da en el músculo del muslo o el músculo del brazo. No se debe de aplicar en los glúteos. Es importante recibir la serie completa de vacunas para estar completamente protegido contra la hepatitis B.

Cuando el hígado está sumamente dañado el cuerpo puede retener líquido y puede haber confusión mental. Pregúntale a tu médico como puedes protegerte a ti y a tus hijos. La prevención salva vidas y ahorra dinero.

Hepatitis por herencia

¿Cuál es el pronóstico si adopto a un niño con hepatitis B? ¿Debo adoptar?

La decisión de adoptar a un hijo es algo muy personal. Los niños que son portadores del virus de la hepatitis B por lo regular no presentan síntomas, pero es necesario que sean vistos regularmente por un médico, ya que pueden desarrollar problemas del hígado en el futuro. Estos niños corren el riesgo de desarrollar cirrosis o cáncer del hígado. Consulte con su pediatra para discutir sus inquietudes.

¿Qué pasa si alguna persona en mi familia es portador del virus de la hepatitis B?

Todos los miembros de la familia deben hacerse la prueba de la hepatitis B para ver si están infectados. Si no lo están, deben vacunarse.

¿Cómo me afectará la hepatitis B a mí o a mi hijo?

El hígado es el órgano responsable de más de 5 mil funciones vitales en nuestro cuerpo. Cuando la hepatitis daña las células hepáticas éstas ya no pueden funcionar y es entonces cuando se forman cicatrices en el hígado. Cuando se afectan la mayoría de las células el hígado ya no puede funcionar adecuadamente, por lo tanto muchas funciones del cuerpo se afectan.

La mayoría de los niños no muestran síntomas hasta que el hígado ya está bastante dañado. Sin embargo pueden surgir problemas relacionados con la digestión, sangrados prolongados o dificultad en combatir infecciones. Los niños también pueden tener problemas al metabolizar toxinas de las medicinas y otros químicos.

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