<!--:es-->Hábitos saludables Cómo usar la dieta para complementar su rutina de ejercitación<!--:-->

Hábitos saludables Cómo usar la dieta para complementar su rutina de ejercitación

Los hombres y las mujeres que han adoptado exitosamente estilos de vida saludables saben bien que combinar la ejercitación con una dieta sana es clave para estar y mantenerse con buena salud. La visita al gimnasio no funciona a la perfección si no se combina con una dieta adecuada.
Pero muchas personas asumen erróneamente que una dieta saludable carece de buen sabor. Eso no es cierto. La dieta sana no restringe necesariamente los alimentos sino la frecuencia en que se pueden consumir los alimentos más riesgosos. A continuación algunas de las medidas que se deben tomar para garantizar que los ejercicios no pierdan su efectividad a causa de malos hábitos de alimentación.
Comience el día con un desayuno sano. Muchos alimentos constituyen opciones sanas de desayuno, como las frutas y los cereales de grano entero. Lamentablemente, los hombres y mujeres apurados recurren con frecuencia a lo que tienen a mano, y lo que está a mano no es necesariamente saludable. Evite los sándwiches abundantes en grasa y calorías, y los alimentos fritos.
Los que prefieren ejercitar a primera hora de la mañana, deben tener en cuenta que es importante comer antes de hacer ejercicios, incluso si los mismos se hacen muy temprano. Ejercitar con el estómago vacío puede causar mareos, además de provocar más cansancio, lo cual hace que los ejercicios sean menos efectivos. Si no acostumbra a comer antes de la ejercitación matutina, considere una pequeña merienda antes de comenzar la rutina. Y si incluso esto no le satisface, considere una merienda antes de irse a dormir. Sin embargo, esta opción no es totalmente efectiva pues el cuerpo consume durante el sueño toda la energía que pudiera aportar esa merienda.
Reevalúe sus hábitos de merienda. Si su idea de una merienda perfecta consiste en patatas fritas grasientas o alimentos horneados que inducen al sueño como los bizcochos de chocolate, es hora de reevaluar esos hábitos. Las meriendas no deben darle sueño, sino proporcionarle energía adicional y reducir los accesos de apetito. Las frutas frescas, el yogurt, las barritas energéticas, e incluso las galletas de grano entero con un poco de mantequilla de maní son una merienda sana que no le restarán su valiosa energía durante el día.
Los alimentos deben ayudar a su recuperación muscular. Algunas personas llegan a negar los efectos positivos de su ejercitación si comen inmediatamente después de la misma. Eso no es necesariamente cierto. Los alimentos que contienen proteínas y carbohidratos ayudan a la recuperación muscular después de los ejercicios. El yogurt (la variedad griega es abundante en proteínas), frutas, frutas secas y nueces son excelentes opciones de alimentos después de la ejercitación, y ninguno anula el efecto de esa sesión agotadora que acaba de concluir. En general, mientras más espere para comer después de los ejercicios, más demorarán los músculos en recuperarse.
Hidratación. El agua es parte esencial de una dieta sana, y es más esencial aun antes, durante y después de la ejercitación. Cuando hace ejercicios, el cuerpo pierde una cantidad significativa de agua, lo cual puede provocar deshidratación. Beba agua antes y después de los ejercicios, y no olvide mantenerse hidratado durante los mismos.
La ejercitación diaria es esencial para una salud a largo plazo. Pero esas horas de gimnasio no le darán los mayores beneficios si no se combinan con hábitos sanos de alimentación.

Share