Desafíos para Restaurar la reputación internacional de México
Pie de Foto
La otrora agenda exterior monotemática Calderonista en la que las “comentocracias” mexicana y estadounidense se enfocaron obsesivamente en la corrupción, la guerra contra las drogas y la migración indocumentada de trabajadores a los EUA, exhibieron a México como un país estereotipadamente riesgoso, sobre un futuro incierto e inestable; asuntos reales pero que no son de ninguna manera las únicas noticias importantes sobre México, país que por cierto tiene un diagnóstico más claro de sus debilidades que de sus propias fortalezas.
Sin embargo, hay una evidencia documentada que en México operan vientos de cambios; la ineficiencia gubernamental reiteradamente señalada como el principal obstáculo para hacer negocios, incluso por encima de la corrupción, planteo el reto inaplazable de que la clase política mexicana recompusiera el rumbo.
En sexenios pasados afloró una lectura deficiente del pasado, incapacidad para entender el papel decisivo de la sociedad civil organizada, así como una terca inclinación a rehuir el tema del entorno internacional a la hora de analizar el contexto doméstico, en el que impera la polarización entre diferentes concepciones. El Pacto por México, plantea una ruta crítica de acuerdos que se deben deliberar en tiempo y en forma las reformas estructurales que el país requiere para crecer a su verdadero potencial.
La Consulta Ciudadana para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo (PND), implica pensar estratégicamente, respecto al papel que juega México en el Mundo, definir propósitos de acuerdo al momento preciso que se encuentra el país, establecer consensos en torno al camino que conviene seguir y conectar los medios con los fines.
Alentador para México que aunque los 5 países de economías emergentes integrada por los BRICS, (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) aun equiparando el PIB de Estados Unidos, tiene ventajas competitivas y comparativas que no gozan estos países emergentes tales como:
La base piramidal demográfica mexicana es de las más sólidas del mundo, aunque también es el que presenta la curva de envejecimiento más acelerada.
Aunque el desempeño económico de México es aún insuficiente para cubrir las necesidades y aspiraciones de su población, el país está mejor que nunca en la mayoría de los indicadores de desempeño: El PIB per cápita en paridad de poder de compra (PPC) creció
46% entre 2000 y 200995, y el ingreso promedio por hogar ha crecido aún más. La salud de los mexicanos también está mejor que nunca: la esperanza de vida ha seguido creciendo lo mismo que la esperanza de vida saludable, aunque todavía dejan mucho que desear, los parámetros educativos han seguido aumentando. La escolaridad promedio de la fuerza laboral en México es ahora de 8.3 años9, y la expectativa de escolaridad para los niños que apenas empiezan la primaria es considerablemente mayor
Los indicadores macroeconómicos también han mejorado. La economía goza de estabilidad y de baja inflación desde hace diez años, así como de una apreciación gradual del tipo de cambio, sobre todo durante el periodo previo a la crisis más reciente.
Lo anterior no implica que México esté bien en todo. Como ya se ha dicho, quedan aún muchos retos importantes por resolver. El primero consiste en mejorar dramáticamente la calidad de la procuración de justicia1, fortalecer el Estado de Derecho, así como mejorar y reformar instituciones regulatorias clave, particularmente en el sector energético y de telecomunicaciones, y crear las condiciones para estimular el crecimiento de la productividad laboral. También es urgente que las finanzas públicas sean menos dependientes de los ingresos petroleros.
El lanzamiento del PND desde la Secretaria de Relaciones Exteriores, pretende construir la fuerza necesaria para definir y alcanzar aquello que se quiere hacer inmersos en la globalización, los mexicanos aspiramos a tener un país soberano, dispuesto a transformarnos para competir en un entorno mundial exigente.