Decoración de un árbol de Navidad de diseño exclusivo
Para muchas familias, la temporada navideña comienza con la elección y decoración del árbol. Con independencia de si el elegido es un fornido pino o un majestuoso abeto, el cálido resplandor de un árbol de Navidad iluminado es un símbolo perdurable de estas fiestas. Todo aquello que ponemos en él, desde los adornos de las ramas hasta la escarcha, las guirnaldas o los listones, dice mucho de la personalidad y las tradiciones de la familia. Lowe’s se complace en proporcionarle esta información como otro más de nuestros servicios para usted.
¿Por dónde empezar?
El árbol que escogemos suele ser un reflejo de la manera de ser y las tradiciones de la familia. La mayoría de la gente compra el mismo tipo de árbol todos los años, una tradición que forma parte del ritual de estas fiestas.
Piense primero dónde lo va a colocar para poder escoger uno del tamaño adecuado. Si el espacio de que dispone se lo permite, atrévase con uno frondoso. Los cielos rasos elevados demandan un árbol alto. Si no dispone de mucho espacio, puede decidirse por uno de sobremesa o uno de tipo alpino, alto y más estrecho.
Mucha gente se decanta por los artificiales, que hoy en día tienen un aspecto asombrosamente real y se presentan en múltiples formas y tamaños. Uno de los principales motivos por los que se han vuelto tan populares es su comodidad: una vez comprados, se pueden usar año tras año, no llenan el piso de agujas que haya que barrer y no hay que regarlos. Por otro lado, reducen el peligro de incendio.
Sin embargo, hay quienes no quieren prescindir del aroma, la apariencia y el tacto imprescindibles de un árbol real. Si finalmente se decide a comprar (o cortar) un árbol natural, puede podar las ramas con un serrucho para definir la forma o adaptarlo al espacio disponible. ¡Y no se olvide de regarlo!
Independientemente del árbol que haya escogido, antes de comenzar a decorarlo, sepárelo de la pared de modo que pueda usted caminar alrededor de él sin problemas. Así podrá decorarlo con mayor facilidad. Si se ha decidido por uno artificial, esponje las ramas y tuerza algunas de ellas hacia arriba antes de comenzar a decorar.
¿Cuántas luces se necesitan?
Para empezar, necesitará 100 luces por cada pie que mida el árbol. Por ejemplo: si el árbol mide 7 pies, necesitará al menos 700 luces.
Posteriormente, puede añadir más si su árbol es más frondoso de lo normal o si le gustan los árboles muy iluminados. Las luces se venden en paquetes de 35, 50, 100 o 200.
Mucha gente considera que las ristras de 100 luces es el tamaño ideal para decorar la mayor parte de los árboles.
Organícese de antemano y asegúrese de que dispone de suficientes luces en buen estado. Quedarse sin ellas sin haber terminado la decoración puede ser frustrante y enojoso.
Luces transparentes o multicolores
Muchas personas usan luces blancas o transparentes en miniatura porque combinan con cualquier color que tengan los adornos de árbol. Por otra parte, las ristras de luces multicolores aportan un aire festivo y tradicional. También las hay de un solo color, como rojo o azul, que son muy adecuadas para algunos árboles con un motivo decorativo.
Colocación de las luces
Hay que probar las luces antes de colocar una sola en el árbol. Conecte cada una de las ristras para ver si funcionan.
Las luces son lo primero: se colocan antes de los adornos, el remate y todo lo demás. Conéctelas antes de empezar; así le resultará más fácil distribuirlas en el árbol.
¿Se ha dado cuenta de que algunos árboles adquieren una dimensión y profundidad increíbles al encenderse? Pues esto se consigue enrollando las luces alrededor de las ramas. Para ello, puede empezar con un cable de extensión multicontactos, es decir, un “controlador de luces” (puede encontrarlos en su tienda Lowe’s más cercana). Estas extensiones miden unos 15 pies, lo que le permitirá conectar hasta nueve juegos de luces en uno solo y controlarlos con un simple interruptor situado en la extensión. El cable verde es el más conveniente para la mayoría de los árboles, pero también lo hay blanco para los plateados o blancos. Se trata de que sea lo más discreto posible.
Fije la extensión al tronco con cordel incoloro o limpiapipas verde. De este modo tendrá un cable que recorre su árbol de arriba abajo con contactos a intervalos regulares. Una vez fijada, tome un juego de luces y comience por la punta del árbol.
Conéctelo a uno de los tomacorrientes de la parte superior. Comience por la base de una rama y enrolle el cable alrededor hasta llegar a la punta y luego dé vuelta hacia la base.
No olvide incluir también alguna rama secundaria. Cuando llegue a la base, vuelva a comenzar con una rama nueva.
Con esta técnica conseguirá que su árbol cobre dimensión y profundidad, pero debe tener cuidado de no abusar. Procure que el cable no quede flojo para que no se vea, pero tampoco junte demasiado las luces o acabará colocando muchas más de las necesarias.
No hace falta poner luces en todas las ramas, sólo hay que asegurarse de conseguir una distribución uniforme en todo el árbol. Sepárese de él de vez en cuando y contemple el resultado desde más lejos. Rellene los huecos a medida que los vaya descubriendo. El resultado final es un árbol que parece iluminado desde el interior. Si ha elegido uno artificial, puede mover y disponer las ramas a medida que trabaja. ¡Es mucho más fácil que esperar hasta el final!