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Una droga llamada salsa

Aunque nació en el Caribe, la salsa ha traspasado fronteras. Los mejores bailarines del mundo son de Australia y también tienen mucho estilo y técnica las parejas holandesas, suecas, polacas, españolas y estadounidenses.

En todo el planeta y en rincones insospechados como Japón o Dubai, todo el tiempo hay actividades, congresos y festivales de salsa. Los mejores bailarines dan clases de día y ofrecen sus mejores coreografías en espectáculos nocturnos, donde los aficionados pueden bailar con ellos y poner en práctica lo aprendido en clase.

Euforia

y buena figura

Cada vez hay más academias de baile, gimnasios y clubes que enseñan movimientos de salsa. Y es que esta actividad reúne varios tesoros: la grandiosa sensación de euforia y bienestar, la posibilidad de olvidar los problemas cotidianos, las ganas de conocer gente, los beneficios mover tu cuerpo y perder algo de peso.

La mejor manera de practicar esos divinos enredos y desenredos sin soltar las manos de tu pareja es tomar clases y bailar los fines de semana, ahí empieza la diversión. Si eres amante de este ritmo caribeño, no te faltarán puntos de encuentro en la red, páginas web que anuncian fiestas, sábados en la noche en los salones de baile o domingos salseros del mediodía al anochecer.

Rituales

salseros

En una fiesta salsera, ¿quién saca a quien?, ¿él a ella o ella a él?, ¿se baila siempre con la misma persona?, ¿importa el físico o la edad? Antes, por tradición eran los hombres quienes nos sacaban a bailar a nosotras, pero al parecer ellos son más tímidos, tienen menos ritmo y todavía escasean en la salsa, esto hace que nosotras vayamos por ellos para llevarlos a la pista, haciéndolos sentir más valiosos.

Según el ritual salsero, cada canción se baila con una persona distinta, y si la pareja repite mucho durante la noche, puede que la intención sea otra distinta a bailar sobre la pista.

Déjate

llevar

Puedes empezar tu aprendizaje en una academia de baile, pero siempre busca una donde los profesores sean verdaderos profesionales. La mayoría de ellos enseñan en pareja porque los pasos no son los mismos para ti que para el hombre.

Él es quien lleva y dirige el baile, mientras tú debes estar a la expectativa, concentrada en contonearte, dejarte llevar, entender las indicaciones que él te transmite con las manos y con los dedos en los movimientos más delicados. La forma de él de colocar la mano te indica a ti hacia dónde ir, si debes girar y hacia qué lado.

¿Bailarina

profesional?

Sin embargo, si lo que tú quieres es bailar sobre un escenario, es indispensable que él sea algo más alto que tú para poder manejarte en los pasos acrobáticos. Aunque no todo el mundo es partidario de las acrobacias, no hay coreografía que no tenga una o dos, aunque en estos casos difíciles es más importante la voluntad y la agilidad, que el cuerpo.

La compenetración de la pareja es fundamental para lograr una coreografía impecable, para lo cual es necesario ser capaces de improvisar con energía, soltura y belleza.

En el escenario, el vestuario es de especial importancia, siempre espectacular, brillante y muy provocativo en el caso de las mujeres, que además tenemos que ensayar la coreografía una y otra vez para asegurarnos de que los adornos no se engancharán con el tacón en ningún momento.

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