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Una Amenaza Oculta Contra la Educación

La Universidad de California reporta que los niños de este país permanecen frente al televisor demasiadas horas diarias y describe las posibles malas consecuencias de tal hábito.

Los expertos en educación consideran a la televisión como uno de las grandes distracciones que perturban en la empresa de construir un futuro de éxito en los niños.

Los especialistas han recolectado estadísticas sobre el desempeño escolar de niños y jóvenes, quienes pasan demasiado tiempo embelesados por los llamativos y los no siempre recomendables mensajes transmitidos por ese medio.

Aunque parezca increíble, los niños que ven la televisión por varias horas al día tienen un desempeño escolar bajo; tienden al sobrepeso y su salud física y mental los puede conducir a problemas graves de comportamiento.

La Universidad de California reporta que los niños de este país permanecen frente al televisor de tres a cinco horas diarias. La información demuestra que cuando los jovencitos terminen sus estudios de secundaria habrán permanecido más tiempo viendo televisión que en el salón de clases.

“La comunidad poco sabe del impacto tan grande que crean los comerciales en la mente de los pequeños y también de los adultos”, indica el doctor Marvin Espinoza, de la Universidad de California y director y portavoz de la campaña nacional contra la obesidad del Departamento de Salud denominada Eat Five a Day. “La mayoría de esos anuncios se enfoca en la promoción de alimentos grasos y poco nutritivos y por lo tanto tienden a aumentar el sobrepeso, uno de los problemas más agudos entre la infancia latina”.

El profesional indica que existen varios estudios sobre el comportamiento infantil que revelan graves riesgos sobre ese hábito.

“Cuanto más televisión vea un niño de 4 años, mayor será el riesgo a convertirse en un estudiante con problemas, para quien el burlarse de otros o actuar violentamente podrían convertirse en hábito”, continúa Espinoza. “Lo óptimo sería que los padres pudieran ver la televisión con sus hijos por períodos cortos de tiempo y los aprovecharan para cuestionar los mensajes creados por la publicidad”.

El experto enfatiza que el papel de los padres de familia es decisivo para cambiar la costumbre de ver televisión en los hogares latinos.

“Deben explicarles a los hijos que no es necesario ‘aceptar’ los mensajes transmitidos, sino darse cuenta de que son enviados por grandes corporaciones para comprar más, en especial comida, la más de las veces ‘chatarra’, licores, autos y otros bienes de consumo”.

Recomendaciones

Para ayudar a los padres, Ganthavorn ofrece ciertos puntos definidos por la Academia Americana de Pediatría:

* Establezca límites. No permita que los niños miren la televisión por más de una o dos horas al día.

* Reduzca al mínimo la influencia de la televisión en su hogar. Apague el televisor a la hora de las comidas, no tenga un televisor en las recámaras de los niños y arregle los muebles de la sala para fomentar la conversación en vez de tenerlos alrededor del televisor.

* Aproveche otros recursos. Alquile películas o grabe programas para así presentar a sus hijos materiales educativos adecuados para su edad.

* Planee con anticipación lo que verán. Consulte el periódico o la guía de televisión para decidir los programas recomendables y prenda el televisor únicamente para ver esos y no otros.

* Evite castigar o premiar a sus hijos con la televisión. Esta costumbre sólo sirve para que los niños le den más atención e importancia a la televisión.

* Mire televisión con sus niños. Explíqueles lo que no entiendan. Enseñe a sus hijos a cuestionar lo que ven y a aprender de lo que presentan. Aproveche la oportunidad de comentarles acerca de su punto de vista en cuanto al amor, sexo, valores, comportamiento, etc.

* Ofrezca alternativas. Anime a sus hijos a participar en otras actividades además de ver la televisión, como juegos, pasatiempos, deportes y la lectura.

* Resista la presión de los anuncios. Ayude a que sus hijos se conviertan en consumidores conocedores y sensatos enseñándoles a resistir la influencia de los anuncios.

* Dé un buen ejemplo. Permita que sus hijos lo vean aprovechar su tiempo libre para leer, hacer actividades físicas, platicar, cocinar, etc. en vez de mirar la televisión.

Sólo programas apropiados

Uno de los problemas más frecuentes y dañinos para los menores es dejarlos en libertad de ver cualquier tipo programa, añade Espinoza. Y aclara que se ha comprobado la tendencia de presentar, incluso en programas como los talk shows, materiales que no son aptos para los menores de edad, especialmente situaciones de violencia y crimen.

“Esos programas captan la mente de los niños y los convierten en seres pasivos, pero con un riesgo latente de llegar a explosiones violentas o agresivas”, explica Espinoza.

“Existen programas para la edad de los niños y los padres de familia deben analizar cuáles son los adecuados. Les sugiero consultar sitios de internet como www.parentstv.org o el del programa que represento www.ca5aday.com donde se dan opciones para cambiar los hábitos de los pequeños”.

El canal público PBS transmite varios programas especiales adecuados para los niños y también para los adultos, aprovéchelos.

También afirman los expertos que debería existir una educación financiera para los jóvenes —y para adultos— que les reporte mejores beneficios económicos durante su vida, en lugar de caer en el error de crear y aumentar deudas en varias tarjetas de crédito.

Los psicólogos también se quejan de que nadie en televisión —o en la escuela o a veces en la propia familia— se ocupa de dar a los niños algo muy importante: pautas de comportamiento que les ayuden a sentirse a gusto consigo mismos.

Usted tiene la ventaja de poder hacer el cambio en su hogar fomentando la lectura, el ejercicio, dietas saludables, la educación y por supuesto, mucho amor.

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