Un paso a la izquierda de América Latina
Los gobiernos de América Latina caminan hacia la izquierda y representa hoy “un potencial foco de inestabilidad”, que puede amenazar la seguridad nacional de los Estados Unidos, según afirmó el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Porter Goss.
Por otra parte la acumulación de elecciones presidenciales o locales en ocho países de la región de aquí a 2006 podría agravar esta situación, explicó Goss, en su primera alusión pública a América Latina desde que asumió al frente de la CIA.
Recordemos que existe cierta inestabilidad potencial en casi todos los países:
Bolivia, ante la renuncia o llamado a elecciones del Presidente Mesa.
Perú por la falta de liderazgo del Presidente Toledo.
Colombia por la asociación entre la guerrilla y los narcotraficantes
Nicaragua, por el golpe político dado por el ex-guerrillero revolucionario Ortega contra el candidato popular, hoy alcalde de Managua.
El Salvador, donde las pandillas se unen al terrorismo.
Guatemala, donde el Presidente Oscar Berger es hostigado por la Unidad Campesina
Sabemos que Brasil, Argentina, Uruguay, Venezuela y Chile tienen gobiernos declaradamente socialistas o de centro-izquierda. Sin contar a la dictadura cubana.
El director de la CIA también señaló que la permeabilidad de la frontera sur de los Estados Unidos representa un peligro evidente de “infiltración terrorista”. Goss aludió así a América latina ante los miembros del Comité de Fuerzas Armadas del Senado, al que fue convocado para que expusiera cuáles son las amenazas, reales o latentes, que afronta Estados Unidos.
Ante una pregunta del senador republicano John McCain para que calificara el riesgo de infiltración de terroristas por la frontera con México, Goss fue categórico: “Muy grave”.
La inclusión de América Latina entre los focos de inestabilidad lleva una virtual equiparación con otras áreas o naciones “calientes”, como Medio Oriente o Indonesia.
Goss destacó, no obstante, que el terrorismo y la posibilidad de nuevos atentados en Estados Unidos se mantienen como las mayores preocupaciones de la CIA, junto con la obtención de armas de destrucción masiva por parte de Irán y Corea del Norte.
América Latina representa “un potencial foco de inestabilidad”, explicó, por las sucesivas crisis políticas observadas en la región, sumado al riesgo latente de que terroristas ingresen al territorio estadounidense por la frontera mexicana.
“Una desestabilización o revés de los principios democráticos, los tratos o el progreso registrado en los últimos 50 o 60 años al sur de la frontera (de Estados Unidos con México) no beneficiaría nuestros intereses y probablemente sería una amenaza para nuestra seguridad a largo plazo”, destacó Goss.
Recordó que el ciclo electoral entre 2005 y 2006 incluirá elecciones en países como Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Nicaragua, Perú, Venezuela y Bolivia.
Goss cargó, en particular, contra el presidente venezolano Hugo Chávez, que estaría “consolidando su poder con el uso de tácticas técnicamente legales contra sus opositores” y que intervenía en los asuntos de otros países “apoyado por Fidel Castro”. Otro factor de riesgo alto, según explicó, es el poderío de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC), “que siguen poseyendo la mayor capacidad y la más clara intención de amenazar los intereses estadounidenses en la región”.
El funcionario compareció ante los senadores junto con el director de la Agencia de Información de Defensa (DIA), vicealmirante Lowell Jacoby, que coincidió en el diagnóstico. Dos días antes, el jefe del Comando Sur del ejército estadounidense, general Brantz Craddock, había enumerado algunos de los riesgos en la región: terrorismo, narcotráfico, lavado de dinero, movimientos radicales, entre otros.
“Los desafíos que enfrentan América Latina y el Caribe hoy son significativos para nuestra seguridad nacional -afirmó Craddock, que reclamó más injerencia de la Casa Blanca-. Ignoramos esos desafíos a costa de más peligro.”
“No podemos permitir que América Latina se convierta en el remanso de Estados violentos y autistas que son apartados del mundo por gobiernos populistas y autoritarios. Por el contrario, debemos recompensar y ayudar a aquellos gobiernos que hacen opciones difíciles, pero que resultan en beneficios a largo plazo para sus ciudadanos”, afirmó.
Muchos gobernantes latinoamericanos se quedaron en las ideas de los años setenta, sin comprender que el mundo del siglo XXI es mas complejo y menos apacible.
Si América Latina no aprovecha las puertas que se le abren para el futuro, estas se cerraran indefectiblemente y seguiremos siendo un sub-continente de ciudadanos pobres gobernados por políticos ricos y corruptos, como hasta la fecha.
Hasta la próxima semana.