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Tus derechos ante las agencias de cobros

Conócelos para saber defenderte

La pérdida de un empleo o el exceso de deudas son situaciones que pueden ocasionar una crisis financiera familiar que puede significar problemas con acreedores y agencias de cobranza, pero adoptar algunas medidas, antes y después, puede minimizarlos.

El peligro de

acumular deudas

De acuerdo con una encuesta de la Fundación Nacional de Consejería de Crédito (NFCC), co-patrocinada por “MSN Money”, cerca de 15 millones de estadounidenses están recibiendo llamadas de agencias de cobranza o están considerando la bancarrota.

“Cualquier deuda nueva puede ser la gota que derrame el vaso de agua”, señaló Gail Cunningham, vocera de la Fundación Nacional de Consejería de Crédito (NFCC) en un comunicado.

De acuerdo con estimados de la organización, cada familia destinó un promedio de $1,000 a las compras de fin de año.

“Añadir deudas nuevas a la ya existente nunca es bueno, y con el ambiente económico que existe hoy es sumamente peligroso acumular deudas que no se puedan liquidar rápidamente”, añadió la vocera.

Las agencias de

cobro, más agresivas

Según la organización, la crisis económica y el actual ambiente de incertidumbre económica pueden hacer que las agencias de cobro adopten medidas más drásticas hacia los deudores en 2009, como llamar o enviar cartas de sus acreedores antes de lo acostumbrado.

Por ello, la organización recomienda a los consumidores informarse sobre sus derechos ante un proceso de cobranza contempladas en la “Ley de Prácticas Justas de Cobranza” (Fair Debt Collection Practices Act).

Lo que no te

pueden hacer

Si bien los agentes de cobranza tienen derecho a contactar a un deudor en persona, por correo, teléfono o por fax, tienen ciertas restricciones con respecto al lugar y a las horas a las que lo pueden hacer.

Un cobrador no puede contactar a un deudor antes de las 8 de la mañana o después de las 9 de la noche o presentarse en el lugar de empleo del deudor, si la empresa donde éste último trabaja desaprueba esas visitas, aseguran los expertos de NFCC.

Asimismo, en ningún caso un cobrador puede insinuar o amenazar con recurrir a algún tipo de agresión o utilizar un lenguaje obsceno para intimidar a un deudor.

No te dejes intimidar

Además de las amenazas, algunas agencias de cobro recurren a la intimidación o insinúan al deudor que por tener una deuda pendiente “ha cometido un crimen o que puede ser arrestado si no paga”, algo que no es cierto, según la organización.

Otras de las tácticas prohibidas por ley, y que algunos cobradores ponen en práctica para presionar a un deudor, son la de llamarle o buscarle repetidamente para hostigarlo o hacerse pasar por un abogado o un funcionario del gobierno.

En caso de que un deudor quiera detener estos constantes contactos, puede hacerlo si escribe una carta a la compañía de cobro para pedir que cesen los contactos, según NFCC.

Una vez que el cobrador recibe la carta, no pueden volver a contactar al deudor, excepto para informarle sobre el cese de las visitas y los contactos, o para informarle sobre cual será la siguiente acción que tomará para recuperar el dinero adeudado, afirma la organización.

Contacto a

familiares y amigos

Muchas agencias de cobro recurren a terceras personas, como familiares y amigos del deudor, para saber el lugar en el que este trabaja o vive, algo que pueden hacer una vez, aunque no pueden informar sobre la deuda a nadie más que al deudor y a su abogado, en caso de que éste tenga uno.

Una persona que crea se le está cobrando una deuda que no debe, puede impugnarla enviando una carta a la agencia de cobro en la que explique el error. Por ley la empresa deberá suspender el proceso de cobro después de 30 días de haber recibido la notificación por escrito.

Cualquier denuncia o queja de abuso por parte de una agencia de cobro puede ser reportada ante la oficina del Procurador del Estado o la Comisión Federal de Comercio (www.ftc.gov).

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