Tengo un genio en casa

Angélica Velázquez

Aún es tan pequeño y no deja de sorprenderte lo rápido que ha aprendido a caminar, o la facilidad con que pronuncia sus primeras palabras. Tal vez, has descubierto que demuestra una especial inclinación por la música, e incluso, es capaz de repetir las notas melódicas en su pequeño piano de juguete y demuestra una gran facilidad para aprender a leer y a escribir.

Todas estas señales que dejan al descubierto las aptitudes sobresalientes de tu hijo requieren de una atención especial, a fin de que pueda desarrollarlas al máximo, y no solamente están relacionadas con la importancia de acercarte a los lugares adecuados y al personal capacitado que pueda servirte como guía para su educación y formación, sino también a la atención, el amor, el apoyo y la comunicación que establezcas con él, las cuales formarán parte de esta gran misión que tienes en puerta.

¿Será un genio?

Además de detectar características con respecto a sus habilidades para aprender y llevar a cabo actividades específicas, también es necesario realizarle una evaluación del Coeficiente Intelectual (CI), un test que compara los resultados obtenidos por un niño en comparación con otros de su misma edad. Como explica Arielle Adda, autora del libro Niños Superdotados, Editorial Paidós: “Como lo normal está establecido un CI de 100, y se ha fijado un techo de 115; se empieza a hablar de superdotados a partir de 125. Así pues, el niño ‘dotado’ se define como un niño especialmente bien provisto de cualidades intelectuales que se beneficia de un potencial que, como tal, debe ser explotado. Sabemos que un don que no se trabaja, puede acabar desapareciendo. Y nos corresponde a nosotros, padres, docentes, terapeutas, ayudar al ángel a desplegar sus alas”.

Tú eres la guía

La licenciada Iliana Puga Vázquez, coordinadora del Programa de Fortalecimiento de la Educación Especial y de la Integración Educativa, de la Secretaría de Educación Pública, es muy clara al señalar que: “La familia colabora desde el proceso de identificación, y de manera puntual tiene un papel central en un momento del trabajo educativo que tiene que ver con la búsqueda de recursos formativos adicionales, relacionados con el área en que destaca el niño, así como apoyarlo con dichas actividades y darle seguimiento”.

La especialista agrega que también es importante que tu hijo reciba un trato normal, sin preferencias, más enfocado desde la riqueza que proporciona estar en un grupo con diferentes habilidades, donde todos se pueden enriquecer, ya que a pesar de su alto coeficiente intelectual, como todo ser humano, también tiene debilidades.

Entre más pronto tengas la certeza de que tiene un potencial intelectual superior a la media, podrás canalizarlo al ámbito en el que muestre inclinación, ya que por tener necesidades específicas en su formación, requerirá de un contexto facilitador que le permita desarrollar sus capacidades personales para su propio beneficio y el de quienes lo rodean.

Sin duda alguna, tener la noticia de que tu pequeño tiene un coeficiente intelectual por arriba de lo normal, es una gran motivo de satisfacción y orgullo para ti y tu esposo, pero no olvides que lo que contribuirá a hacer de él un niño sumamente especial, será el que aprenda a capitalizar sus cualidades, ¿cómo? Si le enseñas a compartir, a apoyar a quienes lo necesiten, y a vivir valores como el amor, el respeto y la tolerancia, entre otros, harás de él un ser humano realmente extraordinario.

“Periodismo con valor”

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