¡Sus primeras palabras!

Carlos Torres

Seguramente en estos meses, has tenido curiosidad por entender el proceso que tu bebé está viviendo antes de empezar a hablar. Las investigaciones lingüísticas de las últimas décadas han revelado que desde los primeros meses hasta los once o doce años en la vida de un niño, hay ciertos mecanismos mentales que le ayudan a desarrollar su lengua materna. Carlos Barrientos, lingüista de la Universidad Autónoma Metropolitana, argumenta que “en lugar de aprender a hablar, los recién nacidos pasan por un periodo de adquisición, donde la memorización y repetición de palabras no influye en el desarrollo de su lenguaje”.

Si no se trata de memorización, quizás ahora te estés preguntando cómo se empieza a hablar. Desde hace un par años, hay una corriente teórica al interior de la lingüística, conocida como Gramática Generativa Transformacional, desde la cual se postula que “cada bebé tiene ciertas capacidades intelectuales innatas para desarrollar un sistema de comunicación humana, y éstas le indican las pautas a seguir, con las que al paso de algunos años, dominará la estructura de frases hasta lograr una buena conformación de oraciones en un idioma particular”, según el especialista.

Sólo por curiosidad echémosle un vistazo rápido a algunos principios gramaticales que sustentan esta teoría. Gracias a las ideas que Noam Chomsky, académico norteamericano, desarrolló en su libro Estructuras Sintácticas se ha llegado a la conclusión de que lo más importante para adquirir estructuras de habla es mantenerse en contacto con datos verbales, como los que cualquier persona tiene acceso durante los primeros años de vida. Y eso sólo puede darse mediante la comunicación abierta y fluida que tengas con tu hijo, así como el cariño que los demás le den.

“De esta forma, cuando tu hijo escucha distintas palabras y oraciones cotidianas del español, va adquiriendo paulatinamente rasgos gramaticales, que le permitirán configurar y caracterizar intelectualmente el habla, para pasar a la siguiente etapa”, argumenta el investigador.

Una vez que los hablantes desarrollan la mayoría de las combinaciones de palabras, llegan a una competencia lingüística, que se refiere a la serie de conocimientos, aptitudes y habilidades necesarias para interactuar verbalmente con los demás. Regularmente, el ciclo termina hasta llegar a la adolescencia y a partir de entonces, sólo se podrá enriquecer el vocabulario y en lo sucesivo, el resultado dependerá de la actividad de cada persona.

Por otra parte, Carlos Barrientos señala que: “La asimilación del orden de palabras, no está marcada por el número de veces en las que el niño escucha una frase u oración, sino por la diversidad de construcciones gramaticales posibles con las que esté en contacto; pues si dependiera de la repetición, no razonaría el contenido ni la forma adecuada de ordenar los elementos de una oración”.

Es frecuente que te empieces a preocupar por escuchar lo antes posible las primeras palabras de tu hijo y los abuelos o tíos, comparen la prontitud de su habla con otros niños de su edad. Sin embargo, el especialista advierte que se ha visto que es inútil presionar al pequeño al hablarle constantemente con el objetivo de que desarrolle su capacidad innata del lenguaje a una edad temprana. Y agrega: “Como es una habilidad con la que cualquier persona cuenta, sólo necesita escuchar expresiones verbales para poder fijar su estructura sintáctica en la mente como un tipo de oración posible. Y en cualquier momento, disfrutarás sus primeras palabras”.

Por ello, debes tomar en cuenta que, a veces, las personas pueden tardarse un poco más en aprender ciertas construcciones, sin que ello deba inquietarte. Regularmente, se empiezan a pronunciar palabras entre los diez y once meses de vida, pero recuerda que siempre tendrá el mismo resultado con el paso de los años: una comunicación fluida y eficaz. El especialista concluye que: “Según las etapas atestiguadas en la investigación científica, se empieza a pronunciar una o dos palabras y se avanza paulatinamente hasta formar frases y oraciones”. ¿Estás lista para escuchar las primeras palabras de tu hijo? Deja de preocuparte y disfruta cada etapa a plenitud y sin presiones.

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